Nuestro país sufre un grave problema de fractura social, los políticos viven enfrascados en disputas partidistas de espaldas a la sociedad y a sus problemas reales y diarios, mientras que los mayores de 40 años se ven incapaces (cuando se lo proponen) de comprender a la juventud actual. El llamado Macrobotellón es un buen ejemplo de lo que estamos diciendo. La miopía social y la falta de empatía hacen aparecer a los jóvenes como unos alcohólicos, degenerados y bárbaros que no saben hacer otra cosa para divertirse que beber hasta el coma etílico y mear en las farolas. Los periodistas que se han dedicado ha desinformar sobre esta problemática lo han hecho de una manera sensacionalista y superficial, denotando una falta de curiosidad por indagar y de profesionalidad alarmante en una sociedad que se dice democrática. Si se profundiza un poco en las causas del botellón se pueden descubrir varios de los problemas con los que los jóvenes tienen que convivir actualmente:
- La mayoría de los menores de 25 años en España o están estudiando o tienen un trabajo basura con un sueldo miserable, en esta situación no se pueden permitir el gastarse seis euros en una copa (a partir de las dos de la mañana la media es de 9 euros) y deben recurrir a beber en la calle alcohol comprado a un precio más razonable en cualquier supermercado o chino de la zona por la que van a salir.
- La mayoría de los menores de 25 años en España o están estudiando o tienen un trabajo basura con un sueldo miserable, en esta situación no se pueden permitir el gastarse seis euros en una copa (a partir de las dos de la mañana la media es de 9 euros) y deben recurrir a beber en la calle alcohol comprado a un precio más razonable en cualquier supermercado o chino de la zona por la que van a salir.
- En esta situación de precariedad los jóvenes no se pueden permitir emanciparse. Por lo que si se quieren tomar unas copas con los amigos (obviamente, después de la imagen de alcohólicos que dan sobre ellos los medios de comunicación, en casa con sus padres no se las van a poder tomar) no les queda otra opción que consumir en la calle o ¿alguien cree que en pleno enero y a cero grados alguien, por muy loco que esté, va a querer hacer botellón en un parque?. Lo que se denuncia del botellón, no seamos hipócritas, no es el que los jóvenes se pasen bebiendo, que es legal, sino el que lo hagan en la calle, a la vista de todos, mostrando a los ojos del país todas sus miserias.
- La sociedad no ofrece alternativas, si se pregunta a los jóvenes cual es la mejor parte de un viernes o un sábado por la noche la mayoría contesta que el botellón ¿por qué? Porque es el momento donde se sientan todos los amigos juntos y se comunican, se cuentan sus penas y sus alegrías, lo que les preocupa o lo que van a hacer en sus próximas vacaciones, en los bares no lo pueden hacer porque la música está muy alta y no están todos reunidos. Qué otras alternativas viables tienen para relacionarse de esta forma, seguramente las hay pero por algún motivo no calan. El macrobotellón no es más que una forma de juntarse un montón de jóvenes, el alcohol es la excusa perfecta.
- La educación en España es una basura, si de verdad preocupa el consumo exagerado de alcohol en los jóvenes, edúqueseles para que tengan un consumo responsable, pero educar no quiere decir una campaña de televisión sino una planificación seria y una inversión fuerte. Para el Estado es más fácil criminalizar a los jóvenes y ponerles multas (la última moda entre los políticos).
Analizados todos estos factores podemos ver el botellón de una manera más amplia, junto a la precariedad laboral, la especulación inmobiliaria, el sistema educativo deficiente o los problemas de comunicación entre padres e hijos. El botellón es un problema más complejo de lo que los políticos oportunistas y los periodistas mediocres nos quieren hacer creer y tiene unas raíces tan profundas que la amenaza de multas no va a acabar con esta práctica.
- La sociedad no ofrece alternativas, si se pregunta a los jóvenes cual es la mejor parte de un viernes o un sábado por la noche la mayoría contesta que el botellón ¿por qué? Porque es el momento donde se sientan todos los amigos juntos y se comunican, se cuentan sus penas y sus alegrías, lo que les preocupa o lo que van a hacer en sus próximas vacaciones, en los bares no lo pueden hacer porque la música está muy alta y no están todos reunidos. Qué otras alternativas viables tienen para relacionarse de esta forma, seguramente las hay pero por algún motivo no calan. El macrobotellón no es más que una forma de juntarse un montón de jóvenes, el alcohol es la excusa perfecta.
- La educación en España es una basura, si de verdad preocupa el consumo exagerado de alcohol en los jóvenes, edúqueseles para que tengan un consumo responsable, pero educar no quiere decir una campaña de televisión sino una planificación seria y una inversión fuerte. Para el Estado es más fácil criminalizar a los jóvenes y ponerles multas (la última moda entre los políticos).
Analizados todos estos factores podemos ver el botellón de una manera más amplia, junto a la precariedad laboral, la especulación inmobiliaria, el sistema educativo deficiente o los problemas de comunicación entre padres e hijos. El botellón es un problema más complejo de lo que los políticos oportunistas y los periodistas mediocres nos quieren hacer creer y tiene unas raíces tan profundas que la amenaza de multas no va a acabar con esta práctica.