Ya van muchas veces que mis amigos me echan en cara que, según ellos, yo reniego de España, crítica que yo no comparto. La última ocasión ha sido con motivo de mi última entrada, pongo el comentario de mi amigo y mi respuesta, que cada uno saque sus propias conclusiones:
“yo creo que el mejor nacionalismo es el de enarbolar con máximo orgullo la bandera del "pais que te paga" desdeñando y menospreciando las costumbres de tu pais de nacimiento y que te permitio una educacion asequible para que luego puedan aprovecharlo otros, de la que muestras muy leve agradecimiento. tu te echas siesta? pues entonces seras mas o menos español, digas lo que digas vendido chilango-portuñol, asi que no me cabrees....
¿no Sr Maikel?...
Sr Castor”
Mira señor Caste, te lo voy a explicar de manera sencilla para que lo entiendas. Existe un concepto en política que se denomina “ciudadanía” que yo lo prefiero al de “nacional”, ciudadano es todo aquel individuo que vive dentro de un estado y que como tal tiene una serie de derechos y deberes, como el de pagar impuestos, por ejemplo. Según esta idea, el origen del individuo es indiferente y se basa en la voluntad del individuo de aceptar un determinado contrato social. Lo de las naciones es un rollo tribal que detesto y que ha conducido a la humanidad a guerras y genocidios absurdos.
Aparte de esto, yo considero absurdo definirse por el lugar de nacimiento, una cosa totalmente aleatoria, yo me defino por mis experiencias, por lo tanto, soy un poco español porque, efectivamente, me eduqué ahí, un poco mexicano, porque he madurado como persona allí, y en el futuro seré un poco portugués, porque vivo en Lisboa, ciudad que adoro. Respecto a lo de que soy un vendido, como yo no defino mis lealtades de manera tribal no me afecta el reproche, mi lealtad es hacia la gente que me quiere y sí, por qué no reconocerlo, hacia el que confía en mi trabajo y me paga, lo demás me la suda, incluido Zapatero y su mierda de estado español que nos arroja al exilio laboral. Si quieren mi amor, que se lo ganen, yo no voy a venerar de manera borrega a un país que desprecia la cultura y la historia.
No obstante, como exclamaban creo que los escritores del 98, a mi España me duele, y si me duele es porque me importa, asi que no vengan a taparme la boca con banderas, sigo pensando denunciar la situación de precariedad que se vive en el país.
“yo creo que el mejor nacionalismo es el de enarbolar con máximo orgullo la bandera del "pais que te paga" desdeñando y menospreciando las costumbres de tu pais de nacimiento y que te permitio una educacion asequible para que luego puedan aprovecharlo otros, de la que muestras muy leve agradecimiento. tu te echas siesta? pues entonces seras mas o menos español, digas lo que digas vendido chilango-portuñol, asi que no me cabrees....
¿no Sr Maikel?...
Sr Castor”
Mira señor Caste, te lo voy a explicar de manera sencilla para que lo entiendas. Existe un concepto en política que se denomina “ciudadanía” que yo lo prefiero al de “nacional”, ciudadano es todo aquel individuo que vive dentro de un estado y que como tal tiene una serie de derechos y deberes, como el de pagar impuestos, por ejemplo. Según esta idea, el origen del individuo es indiferente y se basa en la voluntad del individuo de aceptar un determinado contrato social. Lo de las naciones es un rollo tribal que detesto y que ha conducido a la humanidad a guerras y genocidios absurdos.
Aparte de esto, yo considero absurdo definirse por el lugar de nacimiento, una cosa totalmente aleatoria, yo me defino por mis experiencias, por lo tanto, soy un poco español porque, efectivamente, me eduqué ahí, un poco mexicano, porque he madurado como persona allí, y en el futuro seré un poco portugués, porque vivo en Lisboa, ciudad que adoro. Respecto a lo de que soy un vendido, como yo no defino mis lealtades de manera tribal no me afecta el reproche, mi lealtad es hacia la gente que me quiere y sí, por qué no reconocerlo, hacia el que confía en mi trabajo y me paga, lo demás me la suda, incluido Zapatero y su mierda de estado español que nos arroja al exilio laboral. Si quieren mi amor, que se lo ganen, yo no voy a venerar de manera borrega a un país que desprecia la cultura y la historia.
No obstante, como exclamaban creo que los escritores del 98, a mi España me duele, y si me duele es porque me importa, asi que no vengan a taparme la boca con banderas, sigo pensando denunciar la situación de precariedad que se vive en el país.
El virrey chilango-portuñol