12 mayo, 2007

¡¡¡¡QUE PAÍS!!!

¡¡¡Madre mía como está el país!!! El telediario se ha convertido en un programa más de noticias del corazón. El nacimiento de la futura mantenida y el arresto de la Pantoja copan los informativos y nos atontan con tomas absurdas de portales o entras de hospitales donde no pasa absolutamente nada. Me hace gracia que la gente me tache a mi (no sin motivo) de parasito social porque subsisto con una beca de 500 euros de una fundación privada y a nadie se le ocurra reclamar la vasectomía para el príncipe ya que su esperma no es otra cosa que una fábrica de sanguijuelas de sangre azul que chuparan del presupuesto general mucho más que mi angosto sueldo.
Por otro lado, tenemos las elecciones municipales y el omnipresente tema del terrorismo de los cavernícolas de ETA. Es muy triste que en unas elecciones locales se hable más de los cobardes con capucha y de las ilegalizaciones de partidos que de los problemas reales de los ciudadanos, las hipotecas, las guarderías, los transportes públicos, los sueldos, la inflación, la seguridad social… Aunque casi es mejor que no se hable de ellos porque normalmente se hace para realizar promesas vacías que nos toman por tontos. Y así llegamos a lo que para mi es la gran noticia del año: la huelga de hambre de Julián Muñoz, ¡¡¡que entereza!!! Aguantar seis largos días sin comer puede parecernos poco pero hay que tener en cuenta que cuando uno está acostumbrado a comer en los mejores restaurantes de España, invitado por los generosos vecinos de Marbella, se hace mucho más difícil resistir. Estoy seguro que la historia pondrá en su lugar a este revolucionario de la política y el urbanismo, incomprendido como Colón o Galileo.
Y por último, no puedo dejar pasar por alto el alegato a favor de la mezcla de alcohol y conducción que hizo mi querido amigo Aznar, nunca pensé que un político de derechas pudiera hacer una defensa pública de la libertad individual y la confianza en el ser humano, “¿quién me va a decir a mi lo que puedo beber o no para conducir?” no es otra cosa que la reivindicación de la responsabilidad personal frente a la imposición de leyes que nos toman como menores de edad, ¿quién me iba a decir a mi que Aznar se convertiría en el icono de los jóvenes botelloneros? ¡Que país!

No hay comentarios: