26 noviembre, 2007

YO SI QUIERO PAGAR IMPUESTOS.

El PP ha propuesto una reforma fiscal “revolucionaria” que se supone que va hacer que los españoles paguemos menos de IRPF, algo muy coherente con un partido liberal y de derechas, pero que no debería animar a los españoles a votarles. Este anuncio electoral coincide con la manifestación masiva de ciudadanos en Salamanca (ayuntamiento gobernado por los populares) contra el aumento del 80 por ciento en los precios del transporte público. Si relacionamos estas dos noticias las conclusiones son muy claras: la rebaja de los impuestos directos favorece a los ricos que son los que tienen que pagar más y los que menos reciben, porque prefieren ir a la educación y la sanidad privadas, y perjudica a los pobres que son los que más se benefician de las prestaciones sociales que facilitan las instituciones, todos esos derechos del “estado de bienestar” que de privatizarse reducirían la calidad de vida de muchísimas personas. Los impuestos indirectos, esos que, a diferencia del IRPF, pagamos todos igual, independientemente de lo que ganemos, no hacen más que subir, lo cual por supuesto afecta más a las rentas más bajas (para alguien que gana 6000000 euros al mes, que le suban el precio del tabaco o el alcohol unos euros no le afecta en nada). Por lo tanto, si un partido quiere ayudar a las clases medias y bajas lo que tiene que hacer es bajar, por ejemplo, los impuestos que le meten a la gasolina, un aspecto que no sólo repercutiría en el transporte sino en toda la economía, y que os aseguro que haría que se frenase el alza de precios de los productos de primera necesidad. Por último, la falacia liberal de que si se bajan los impuestos y los ricos tienen mas dinero eso genera consumo, riqueza y, por lo tanto, trabajo, es tan falso como el patriotismo de Aznar, en México hay muchísimos multimillonarios y la gran mayoría de la población vive en la pobreza. En resumen, que como una vez me dijo mi abuelo: no hay nada más tonto que un obrero de derechas.
Posdata: lo del falso patriotismo de Aznar lo digo porque a pesar de que la derecha habla mucho de la defensa de España luego vende nuestra soberanía a los yankis, como demuestra la renegociación que en 2002 hizo el gobierno del PP sobre el uso de las bases aéreas norteamericanas en suelo español. Aunque en este tipo de bajada de pantalones siempre se llevará la palma el mayor de los patriotas, Franco, que firmó un tratado por el cual la bomba atómica podía pasar por suelo nacional sin que nuestro gobierno se enterara.

21 noviembre, 2007

RESPUESTA AL COMENTARIO DE UN BUEN AMIGO

La primera cosa: ¿qué tiene que ver la constitución del 78 con no condenar el franquismo y dejar las fosas comunes sin abrir? Yo no encuentro la conexión. A mi me parece muy bien que los descendientes de Alianza Popular hayan pasado de la oposición a la constitución a su defensa fanática pero la constitución no sirve para justificarlo todo.
Lo segundo, es cierto que hubo muertes en ambos bandos pero la diferencia es que las victimas del bando nacional lo fueron durante la guerra y en contra de las ordenes del gobierno de la Republica (los comunistas y anarquistas actuaban con sus propios mandos), mientras que las victimas “rojas” nunca han recibido ningún homenaje y ni siquiera han sido enterradas con dignidad, además la represión genocida franquista se hizo de manera premeditada y dirigida desde el poder.
Tercero, el que me preocupen los problemas de mi vida cotidiana no quiere decir que no me parezca importante que se reparen las injusticias del pasado y que los españoles conozcan su historia para no repetirla.
Cuarto: Si el condenar todas las salvajadas del franquismo y la recuperación de la dignidad de las victimas produce división, será porque aun hay muchos españoles como Mayor Oreja que defienden la dictadura de Franco, quitémonos las caretas. Además, de haber división, será la misma que produce la Iglesia al reconocer las victimas de uno sólo de los bandos.

11 noviembre, 2007

ENTRE LA MEMORIA Y EL OLVIDO HISTÓRICO

Lo primero que hay que decir sobre la ley sobre la memoria histórica es que es una ley hecha por políticos y, por lo tanto, con una motivación y un claro contenido político. Cuando a mi me preguntan cómo hay que hacer un puente, yo respondo que eso debería decirlo un ingeniero. Sin embargo, a la hora de hablar sobre la guerra civil y el franquismo, ni los políticos ni los periodistas se acuerdan de los historiadores, todo el mundo se cree con el derecho y la capacidad de opinar, como si yo también pudiese decir como se hace ese puente al que antes me refería. Por lo tanto, el pasado reciente no se juzga desde la objetividad de los profesionales, sino desde los sentimientos subjetivos de la memoria particular de cada uno, siendo esto así, encontramos tantas opiniones como ciudadanos españoles. A mi, lo que me llama la atención no es el desprecio por mi gremio al que por desgracia estoy acostumbrado, sino el argumento generalizado que utiliza la derecha española en contra de esta ley: afirman que se debe dejar la historia tranquila y no removerla, ya que la consecuencia va ser resucitar viejos odios y la división de los españoles. Entiendo que aquellos que pertenecieron al bando vencedor en la guerra no quieran que se les recuerden sus miserias, pero esa amnesia histórica voluntaria puede ser muy peligrosa. El principal objeto de la historia es conocer el pasado para aprender de nuestros errores y no repetirlos, además de dar un sentido a lo que nos rodea, olvidar nuestro pasado nos sitúa flotando en el tiempo y a la deriva, tropezando una y otra vez con la misma piedra. Un pensador clásico dijo “el hombre que no conoce su historia, está condenado a ser eternamente un niño”. Afortunadamente yo me dedico a trabajar los siglos XVI y XVII porque, de hacerlo al siglo XX, este deseo de no mirar atrás podría dejarme sin trabajo. Críticos de Zapatero, si queréis rechazar esta ley, hacerlo de manera más inteligente, recurriendo a argumentos políticos, pero no desde la difusión de la ignorancia.



carteles republicanos

07 noviembre, 2007

EL LUNES 12 DE NOVIEMBRE, DIA SIN DNI

La situación de las comisarías españolas es absolutamente patética, propia de una república bananera. Desde las 5 de la mañana, los sufridos ciudadanos que tratan de sacarse el DNI (ancianos incluidos), deben hacer fila alrededor del edificio con la esperanza de tener la suerte suficiente para que, cuando a las 8 y media comiencen a repartirse los números, se les conceda uno para volver horas después, ahora si, a cubrir el trámite de los datos. Es una situación tan ridícula que en el siglo XXI, en la era del Internet y los teléfonos móviles, no exista otra forma de conseguir una cita previa que haciendo tres horas de cola muerto de frío y sueño, que yo he decidido actuar. Propongo hacer un día sin DNI como protesta por la falta de sensibilidad de los responsables políticos ante los problemas de los ciudadanos, un día sin que lo enseñemos en los comercios o en los bancos, un día sin identidad en el que se deberá confiar en la buena voluntad de los demás, ¿qué es una gilipollez? Seguramente, pero cuantas gilipolleces que se ponen en Internet no acaban triunfando ¿Qué es una idiotez imaginarse un día sin DNI? Pues si, pero también lo es levantarse a las 4 y perder el día entero para hacer un trámite administrativo.