03 octubre, 2008

LAS MONEDAS DE MI ABUELO.

Muchas veces tengo la sensación de que la vida responde a un guión previamente establecido, que somos actores de una trama llena de sucesos extraordinarios, sucesos que nosotros llamamos casualidades pero que en realidad no son otra cosa que los giros dramáticos, cómicos o románticos de una obra que representamos inconscientemente. Uno de estos momentos especiales me sucedió el jueves pasado cuando fui a visitar a mi abuela a su casa de Aluche, yo me encontraba triste y desanimado pero un pequeño hecho anecdótico, mágico, me insufló en el espíritu toda la confianza y la fuerza que necesitaba para encarar con optimismo el futuro. Mi abuela me dio una colección de monedas del Real Madrid que mi abuelo había estado juntando para mí durante 5 semanas hace más de ocho años. El destino quiso que, mientras este atlético acérrimo compraba cada día el AS para conseguir la entrega correspondiente, el alzheimer fuese devorando poco a poco los últimos reductos de conciencia que resistían en su mente, cuando, finalmente, la enfermedad ganó la partida y mi abuelo se vio obligado a abandonar su casa, la colección quedó interrumpida, olvidada dentro de una caja en el fondo de un cajón. Seis años después de su dolorosa muerte y en uno de los momentos más delicados de mi vida, mi abuela devolvió a la luz aquellas monedas que mi abuelo no pudo darme en persona ¿casualidad? Yo creo que no, yo creo que es como si mi abuelo supiera que lo estoy pasando mal y quisiera darme ánimos, decirme que no me preocupe, que todo va salir bien. Puede que sea irracional pensar que no existen las casualidades pero también lo era creer que todo me iba a salir mal, y sinceramente, puestos a ser irracionales, prefiero ser positivo. ¡Gracias abuelo! No me rindo.

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