02 marzo, 2009

FRANCIS BACON EN MADRID.

La semana pasada estuve visitando la exposición de Francis Bacon. Me resultó muy interesante si bien, como todo el arte contemporáneo, es muy complicado de entender, por eso yo recomiendo seguir las explicaciones de los paneles o coger una audioguía que ayude a descubrir lo máximo posible el significado oculto de las composiciones. Para apreciar la obra de Bacon hay que ir sobre todo con la mente abierta, no se trata de arte realista o narrativo que mande una información directa al que lo contempla (desde que se inventó la fotografía ya no tiene mucho sentido este tipo de obras), es algo muchísimo más complicado para el autor y exigente para el espectador, consiste en disfrutar del cuadro con todos los sentidos, experimentar las sensaciones que produce en nosotros sus imágenes deformes o metafóricas y valorar la voluntad creativa del pintor. La exposición resulta dura, los temas predilectos del autor fueron la brutalidad y la violencia del ser humano, la angustia existencial, la soledad o la incomunicación, constituyendo un buen ejemplo del pesimismo que inundó a todos aquellos que vivieron la Segunda Guerra Mundial y la posterior Guerra Fría. Por lo demás, en el Prado también se puede contemplar una exposición sobre la pintura inglesa del siglo XIX que, por su temática (el rey Arturo) y por su estilo, resulta, en mi opinión, de lo más hortera pero que supone el contrapunto perfecto para todos aquellos escépticos del arte moderno que valoran más la técnica que el contenido en el arte.


4 comentarios:

Anónimo dijo...

Hola Alberto,
¡Es que el arte contemporáneo o vanguardista no necesitas entenderlo!, la razón ahí juega poco, créeme. Desde el cubismo la pintura es arte de la intuición, de la primera impresión, de la emoción desnuda y pura, de la mirada desprejuiciada, y no sólo la pintura, sino buena parte del cine más experimental...No es que tengas que evitar entender una obra de arte moderna, pero no busques un discurso completo, lineal y narrativo y sobre todo directamente representable con palabras y lenguaje. La pintura moderna y otras artes, con el siglo XX y las vanguardias intentan por todos los medios crear metalenguajes, o lo que es lo mismo: lenguajes que se expliquen a sí mismos, autorreferenciables y que no beban de otras artes o de la naturaleza, o de la realidad circundante, el caso más claro es el de la "música dodecafónica" de Arnold Schönberg, prueba a escucharla olvidándote de todo lo que conoces de música y disfrútala, puede llegar a ser bellísima.

Ánimo con el arte contemporáneo, vale la pena conocerlo.

Un saludo.

Carlangas.

Alberto Baena Zapatero dijo...

Que nivelazo de comentario

Anónimo dijo...

sí, gracias por la explicación. Quién este amigo/a tuyo? gracias Carlangas
Contigo discrepo Alberto, el arte realista puede ser de lo más expresivo y desatar muchos sentidos, no lo sustituye la fotografía. Ayer conocí a un pintor que me encanta. Os invito a quie conozcáis su obra
http://enriquecollar.nl/

Anónimo dijo...

Gracias Alberto,
Me alegro que os haya gustado mi comentario. Sólo se trataba de ayudar desinteresadamente, seguro que Alberto me puede ayudar en muchas cosas -o darme mil patadas, restregarme su saber, según su actitud-, como en historia de las mujeres. Yo también soy historiador, contemporaneista de la UAM, y creo que todos debemos apoyarnos, algo que en nuestra profesión (tan falta de recursos y ninguneada en España) es una actitud muy poco corriente.

En pintura contemporánea, de vanguardia, os recomiendo a Georges Rouault, es una buena forma para el espectador de pasar de la figuración a la abstracción. En novela es indispensable James Joyce, Julián Ríos, William Faulkner o Juan Benet. En cine (histórico) contemporáneo es absolutamente clave Robert Bresson, P. P. Pasolini, Rossellini, Yasuhiru Ozu y en España Luis Buñuel y Albert Serra ("Honor de cavalleria", "El cant dels ocells"), incluso "Satyricon de Fellini es toda una birguería.

Carlangas.