04 octubre, 2010

MANERAS DE VIVIR

¿Cuál es la mejor forma de tomarse las cosas?¿Cómo se deben encarar las diferentes situaciones que surgen en la vida? No lo se pero tengo serias dudas sobre si mi forma de actuar es la mejor para ser feliz o no. El budismo defiende la idea de que las personas debemos mantener una situación de equilibrio emocional, esto es, no alegrarse ni entristecerse demasiado, tratar de mirar la cosas con estoicismo, sin darles mucha importancia, porque todo es pasajero y nada permanece, mantener una actitud distante y, sobre todo, tratar de controlar los sentimientos tanto positivos como negativos, de esta forma se supone que uno sufre menos y, para el budismo, la felicidad es la ausencia de dolor. Sin embargo, yo lo vivo todo intensamente, tanto lo bueno como lo malo, y si algo pienso que me caracteriza es la pasión que pongo en todas aquellas cosas que considero importantes, como las relaciones humanas o el trabajo, de esta forma puedo pasar de la alegría a la tristeza o de la ilusión a la decepción con cierta facilidad, lo cual no es la manera más tranquila de caminar por el mundo. Que nadie me malinterprete, no se trata de ser un histérico, sino simplemente de no tomar muchas precauciones.
Seguramente esta forma de entender la vida me haga sufrir demasiado pero creo que también me sirve para disfrutar al máximo de algunos momentos especiales. Si eliges lanzarte con el trapecio sin red es evidente que no valoras la felicidad como la mera ausencia de dolor sino como pequeños instantes de alegría que te sacan de la monotonía y que por un segundo te hacen sentir pleno. Cuando tienes esa sensación, es algo tan increíble que te merece la pena todo aquello que hayas podido sufrir para llegar hasta allí.
¿Se puede cambiar de forma de ser? Tampoco lo se, yo sigo igual que siempre, lanzándome a morder la vida igual que cuando tenia dieciocho años, pero es cierto que los golpes que te vas llevando no caen en saco roto y te vuelven un poco miedoso, miedo a sufrir, a pasarlo mal. Pero no quiero que me gane el miedo, no quiero perder la pasión por las cosas, no quiero barreras de seguridad, ahora tengo una ilusión y voy a luchar por disfrutar de cada momento, si al final me sale mal la cosa tendré la absoluta seguridad de que puse toda la carne en el asador, de que lo di todo y lo hice lo mejor que supe. Y cuando sea viejo y mire para tras no tendré nada que reprocharme.



4 comentarios:

Anónimo dijo...

Nunca me quedará la sensación de que no lo intenté lo suficiente. No hay mejor que lanzarse a lo que se presenta sin tener miedo a equivocarse. Lo que voy aprendiendo con la experiecia es que todo mal se pasa, y que estamos en esta vida para disfrutarla. Como todo es pasajero y nada es eterno, no hay drama. Creo que ya tenemos la edad de tomarnos las cosas más a la ligera q ya somos mayorcitos

Anónimo dijo...

Una reflexión que nos deberíamos hacer todos: la forma de encarar la caída en desgracia, si todos nos conociéramos más a nosotros mismos, si todos reflexionáramos más sobre la repercusión de nuestras acciones nuestro mundo sería muy diferente, seguro que sería menos violento y menos codicioso. Bien. No obstante, eso de que "la felicidad es la ausencia de dolor" también lo decía el filósofo griego Platón. Ah, y lo que dices del budismo, con todos mis respetos, son los tópicazos que tenemos por aquí de los asiáticos e hindús -supuestamente, taaaan espirituales-, repásate bien la filosofía. PEDRO.

Anónimo dijo...

La forma más frecuente de encarar la propia inferioridad ante otros, es el recelo y la envidia. Cuándo alguien os diga eso tan manido de "tú vas de intelectual y de profundo (...) de susperior a los demás", es casi matemático: ahí hay un sentimiento mal llevado, de envidia, recelo y un oculto sentimiento de inferioridad. O cuando tú presentas un trabajo en la universidad o en un congreso, se te critican nimiedades formales con rabia, y nunca se va a la médula del asunto, eso es envidia clarísima, pero también puede ser incapacidad intelectual para entender la esencia de un estudio, en ocasiones también puede ser el clásico "supercatedrático" o grna cargo de la uni que se siente obligado por su cargo y jerarquía a piar algo, aunque sea una memez, para sentar posiciones y mostrar quien manda. PEDRO

Anónimo dijo...

Oye, ¿por qué has puesto una foto en la que parece que estás pensando? Es buenísima.