12 enero, 2011

EL TIEMPO ES RELATIVO

Frente a la noción del tiempo cuantitativa, limitada por segundos, minutos, horas, dias, semanas, meses o años, sin alma ni espacio para la subjetividad, yo percibo el tiempo de manera relativa, dependiendo de la calidad o de la intensidad de los momentos. Hay segundos que lo cambian todo y otros que pasan inadvertidos entre el barullo de los minutos; horas que se viven más intensamente que meses de rutina; años que no llegan nunca y otros que se van volando. El tiempo no pasa a la misma velocidad al lado del mar que en la ciudad, junto a la gente que quieres o confundido entre la masa de personas que pasan, ahogado en la desidia o abrumado por la excitación del momento. Da igual lo que marque un reloj, una tarde leyendo el periodico no mide lo mismo que una tarde en la que te tomas un café con una persona importante para ti y con la que hacía años que no hablabas. No se vive igual y, sobre todo, no se recuerda de la misma manera. El tiempo es relativo, pero una cosa es absoluta: Da igual a la velocidad que lo haga, el tiempo siempre pasa.