24 mayo, 2006

EL VACÍO EXISTENCIAL, EL CANCER DEL FUTURO

¿Se puede vivir sin creer en nada? Esta es una pregunta inmensamente importante en la época y la sociedad que nos ha tocado vivir. Cuando planteo la posibilidad de no creer en nada me estoy refiriendo a los dos aspectos que han configurado los cuadros teóricos y morales que dirigen la vida de los individuos, la religión y las ideologías políticas. Una sola o ambas cosas nos dan una idea de lo que somos y de cual debe ser nuestro papel, nos sitúan en el mundo y establecen una serie de normas e ideales a través de los cuales regimos nuestras vidas. Pero ¿Qué pasa si somos ateos y no tenemos una ideología definida? ¿Qué es lo que dirige y da sentido a nuestras vidas? Cada vez mas ciudadanos se encuentran en un estado de pasotismo mental tan grande que estos aspectos tan importantes no forman parte de sus preocupaciones, se dedican a vivir sin preguntarse si sus acciones son trascendentes o no, si las cosas están bien o si podrían cambiar, cuales son nuestras responsabilidades y cual es el sentido del código que marca nuestras posturas ante los pequeños sucesos de la vida cotidiana.
Yo me pregunto, si uno no es creyente (como es mi caso) ¿se puede vivir sin darle algún sentido a la vida? Si la única respuesta que tenemos para el milagro de la vida y la muerte es el absurdo y el vacío ¿se puede escapar de la angustia y el miedo ante esta perspectiva? Uno puede reflexionar ante este misterio y tratar de encontrar respuestas imposibles o simplemente olvidar el tema y esconder en un tabú todo lo que recuerde nuestro miedo ¿Cuál es la mejor opción? Quizás lo más valiente sea mirar directamente a lo ojos de la muerte y aceptarla como parte de la vida, pero una vez hecho esto, yo no he podido escapar al pánico que me da la pérdida de la conciencia individual.
Las religiones desde la antigüedad y las ideologías políticas a partir del siglo XX, conformaron la base cultural de occidente y eran el sustrato del cual emanaban, para creyentes o no, los códigos de moral y de ética de los seres humanos. Durante las últimas décadas la laicización de las sociedades de los países desarrollados y la pérdida del debate ideológico tras la caída del telón de acero con la consiguiente desmovilización política de la ciudadanía, ha dejado un vacío en la formación moral de las personas que el Estado laico o aconfesional no ha sabido cubrir con una preparación en urbanidad o civismo. Las sociedades desarrolladas y los ciudadanos que en ellas vivimos empiezan a aplicar a las relaciones humanas los mismos parámetros que a las económicas, es el triunfo del capitalismo en todos los aspectos de nuestra vida, de esta forma medimos nuestras relaciones en función de transacciones de las que esperamos obtener algún beneficio aceptable para el esfuerzo que invertimos, la ley del más fuerte impera en nuestra vida laboral e incluso en la amistad o el amor, la necesidad de renovación constante o el consumismo son otros aspectos que empiezan a marcar nuestras conductas en el ámbito humano ¿hacia donde caminamos? Yo creo que nos dirigimos a un barranco de insolidaridad e individualismo que no puede más que empobrecer nuestras vidas y sumergirnos en la mayor de las soledades.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Bueno maestro. Enhorabuena por "amar desde el ruedo". No se puede decir mejor, más claro, más chungo a la vez. Aquí de pedo con la Tamara y el Edu en esta casa de perversión. Bueno, que te vaya bien la capea mañana y no te quedes mirando. Que no te achanten los cuernos (dice Tamara). Un saludo enorme,
el Jose

Anónimo dijo...

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