04 mayo, 2006

LOA A LA COMIDA CONGELADA

¡Oh congelado!
¡alivio de mis noches!
¡Cura de mis hambres!
¡compañía de mis soledades!
Habitas los hogares
En una silenciosa espera,
En un oscuro y modesto lugar;
Muchos te acusan de frío y duro,
Pero tu interior es un tesoro
Que en cada crepúsculo adoro.

Paraíso helado,
Ambrosía de los vagos,
Refugio de los flojos,
Tu reinas donde yo vivo,
Estás en el frío de la ciudad
Y en las prisas del estrés;
Por delante tuya
Pasan los días monótonos,
¡Eres hijo de tu tiempo!
No te afecta lo que te rodea.

Como si fueras un hombre
Necesitas el fuego de la pasión,
Pero sólo encuentras
el calor del electrodoméstico,
el olvido de la basura orgánica,
el desprecio del cocinero
¡Triste destino el tuyo!
Nacido y muerto sin amor,
Pasas dejando estómagos llenos
Y presurosas almas vacías.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Aunque no hayas venido a mi fiesta ni te hayas dignado siquiera a felicitarme, te invito a cenar un día de estos, Granda hará de pinche (nada de productos congelados),espero que tengas un buen tequila para regar los suculentos manjares o una ristra de lo sientos para que no te guarde rencor...

Anónimo dijo...

muy buena, ¿para cuando la de la termomix? si quieres te la dejo unos días para que te inspires (pero no muchos, que ya sabes que es imprescindible en mi cocina)
almu

Anónimo dijo...

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