11 noviembre, 2007

ENTRE LA MEMORIA Y EL OLVIDO HISTÓRICO

Lo primero que hay que decir sobre la ley sobre la memoria histórica es que es una ley hecha por políticos y, por lo tanto, con una motivación y un claro contenido político. Cuando a mi me preguntan cómo hay que hacer un puente, yo respondo que eso debería decirlo un ingeniero. Sin embargo, a la hora de hablar sobre la guerra civil y el franquismo, ni los políticos ni los periodistas se acuerdan de los historiadores, todo el mundo se cree con el derecho y la capacidad de opinar, como si yo también pudiese decir como se hace ese puente al que antes me refería. Por lo tanto, el pasado reciente no se juzga desde la objetividad de los profesionales, sino desde los sentimientos subjetivos de la memoria particular de cada uno, siendo esto así, encontramos tantas opiniones como ciudadanos españoles. A mi, lo que me llama la atención no es el desprecio por mi gremio al que por desgracia estoy acostumbrado, sino el argumento generalizado que utiliza la derecha española en contra de esta ley: afirman que se debe dejar la historia tranquila y no removerla, ya que la consecuencia va ser resucitar viejos odios y la división de los españoles. Entiendo que aquellos que pertenecieron al bando vencedor en la guerra no quieran que se les recuerden sus miserias, pero esa amnesia histórica voluntaria puede ser muy peligrosa. El principal objeto de la historia es conocer el pasado para aprender de nuestros errores y no repetirlos, además de dar un sentido a lo que nos rodea, olvidar nuestro pasado nos sitúa flotando en el tiempo y a la deriva, tropezando una y otra vez con la misma piedra. Un pensador clásico dijo “el hombre que no conoce su historia, está condenado a ser eternamente un niño”. Afortunadamente yo me dedico a trabajar los siglos XVI y XVII porque, de hacerlo al siglo XX, este deseo de no mirar atrás podría dejarme sin trabajo. Críticos de Zapatero, si queréis rechazar esta ley, hacerlo de manera más inteligente, recurriendo a argumentos políticos, pero no desde la difusión de la ignorancia.



carteles republicanos

1 comentario:

ilmo dijo...

LA CONSTITUCIÓN DE 1978 ES LA MEJOR DE LAS CONSECUENCIAS DE LA MEMORIA HISTÓRICA

Pero es que todo eso ya se había discutido. Entre todos los españoles, los de derechas y los de izquierdas, se decidió mirar adelante,con una Constitución de consenso, en el que cupieron, y caben todos.
Qué motivos mueven al Presidente del Gobierno del Reino de España para recuperar un debate tan doloroso para ambas partes ( y digo bien, para ambas partes. Como historiador sabes que casi todas las familias españolas tuvieron victimas en ambos bandos).
La Transición ha sido el más ejemplar de los esfuerzos por borrar las heridas de aquella guerra. ¿Por qué volver a abrir odios y miserias?
Como persona de 29 años, al igual supongo que los que leen tu blog, lo que les interesa el futuro, un trabajo estable y de calidad,una vivienda, que alguien nos compense la subida del euribor, pagar menos a hacienda, tener una mejor calidad de vida etc...
Hablar de nuevo de la memoria es un error. Repito, los españoles decidieron cerrar ese debate con la Constitución de 1978. Por qué reabrirlo. Qué aporta; SÓLOdivisión y sufrimiento.
La Constitución es la mejor enseñanza de la Memoria Histórica