15 diciembre, 2007

CONGRESOS Y CONGRESOS, HACIENDO HISTORIA

Esta semana he andado bastante liadillo con dos congresos, uno en la autónoma de Madrid, muy pijo, y otro entre Murcia y Albacete, muy masificado y de menor calidad. La experiencia ha sido buena, tal y como están las cosas (sólo te permiten hablar durante 10 o 15 minutos) lo mejor de un congreso no se produce en los salones de actos sino en los pasillos, conoces a gente interesante, intercambias experiencias, conocimientos y bibliografía, y te presentan a personas importantes en nuestro gremio. A mi me hizo mucha ilusión conocer a Pilar Gonzalbo, una profesora mexicana de la que he leído todo y a la que no ponía cara, resultó ser una mujer mayor muy simpática, que primero se sorprendió al ver a un tipo de dos metros y tres dígitos de peso dirigirse hacia ella, pero que inmediatamente después me dedicó una sonrisa y una palabras amables. Este segundo congreso versaba sobre la historia de la familia y la verdad es que me decepcionó un poco ver los trabajos de mis compañeros, ya hubo algunas críticas constructivas durante los periodos de preguntas, pero creo que es necesario un replanteamiento metodológico urgente, la historia de la familia se ha convertido en un conjunto de estudios de demográficos regionales, genealógicos y de redes locales, absolutamente vacíos de contenido y profundidad, con una falta de ambición alarmante. Por otro lado, no conocía ni Murcia ni Albacete y me gustaron, no son Lisboa pero no están mal. Aunque me sorprendió mucho una paradoja de la primera de estas ciudades, en la plaza de España pude comprobar que aunque reclamaban agua para todos en una pancarta que colgaba del balcón del ayuntamiento, el wi-fi gratuito sólo se lo daban a los murcianos, solidarios para el flujo de agua se mostraban insolidarios para el flujo de información, que difícil es ser coherente en esta vida. Lo mejor del viaje fue, con diferencia, las conversaciones con mi amigo abertzale Xavier que aunque se sentía en un país extranjero, no tuvo problemas en posar junto a mi debajo de una bandera de España.

4 comentarios:

Unknown dijo...

Lo mismo digo, lo mejor del congreso fue la oportunidad que tuve de volver a charlar contigo. Pudimos comprobar en qué estado se encuentra la generalidad de la historia de la familia (no hacemos autocrítica porque lo nuestro superaba de largo a la generalidad, je je). En fin, uno debe buscar dignidad en lo que hace y hacerlo lo mejor posible, por mucho que lo rodee la desidia.
Es cierto, no me molestó en absoluto posar junto a la bandera de España. Es lo que muchos turistas hacen cuando visitan un país extranjero. Además, a mí las banderas, con todo respeto, me la traen al pairo. Otro asunto es lo de Xavier. ¡Que yo me llamo Xabier (con B) aquí y en la China Popular! (Cuando me llaman Javier suelo contestar cantando el legendario tema de los Toreros muertos "¡Que yo no me llamo Javier!")
Por cierto, el restaurante albaceteño (¿Nuestro Bar se llamaba?) al que fuimos el último día no tiene nada que envidiar a los restaurantes de esta parte del mundo. Un apena que tuviera que comer con prisas y marcharme de aquella forma tan precipitada. A ver cuando te vienes a Gasteiz a comer un buen bacalao a la vizcaína reogado con un buen Rioja (tenemos en casa una caja de Torre de Oña reserva 2001 que es la repera).
Laster arte eta ondo izan.

Alberto Baena Zapatero dijo...

Xabier con b, estás muy beligerante, lástima que tu raza degenerada no sea capaz de formar un equipo capaz de mantenerse en primera división. Mañana voy a comprar el libro que te prometí y te lo mandaré a las provincias vascongadas en cuanto me acerque por correos. Respecto a lo de tu invitación a comer y beber, te cojo la palabra aunque seguro que lo mejor será el vino de la Rioja. Un abrazo amigo abertzale.

Unknown dijo...

Acabo de ver lo de la sentencia de los miembros de la ezkerra abertzale. Me acuerdo de lo que me decías de que tenías fe en la justicia española. Joder, de verdad, que ingenuo. Esto es vergonzoso. Y mira que yo soy de los que piensan que ETA no hace más darnos por el culo a todos. Pero esto de la "justicia" española... En tiempos del GAL por lo menos el estado respondía con la misma moneda. Ahora en cambio se le da a la injusticia, el desproposito y el abuso una envoltura "demócrata", "constitucional" y "rigurosa" y la peña se queda tan ancha. No te confundas, criticar a la Audiencia Nacional no significa que yo este de acuerdo con lo que piensan muchos de los sentenciados. Pero al Cesar lo que es del Cesar: ¡Ninguno de ellos pertenece ni a pertenecido a ETA! Nunca tuve demasiada fe en la justicia española, pero ahora tengo el pleno convencimiento de que España es una monarquía constitucional bananera. España tendrá que hacérselo mejor si quiere que muchos vascos nos sintamos también españoles (algo que no creo sea imposible, incluso en mi caso).

Anónimo dijo...

Hola Alberto, hola Xabier.
Pues pienso igual que vosotros sobre el congreso de Murcia: había demasiado de "redes sociales", como si la historia de la familia no fuera nada más que eso, creo que este tipo de investigación histórica todavía necesita dar muchos pasos adelante en España. De todos modos sí que hubo estudios de redes brillantes. Otra cosa: los fallos enormes de organización y de concepto -la bobada clásica de diferenciar tanto ponencias de comunicaciones y los retrasos- disminuyeron sustancialmente la calidad del congreso. Bueno, hasta otra. Adéu siau. Luis, de la Universitat de Barcelona.