25 febrero, 2008

ANDREINA

Luca llegó a la cafetería una tarde cualquiera de febrero, todo era monótonamente normal, el olor a grano, el suelo sucio de papeles, las sillas descolocadas, todo normal salvo por un detalle, una de las mesas del fondo estaba ocupada. Luca cogió el café y se dirigió a su lugar habitual, al acercarse, pudo descubrir la realidad oculta tras la tenue figura dibujaba entre las sombras, se trataba de una bella mujer de pelo moreno y largo, vestía un jersey negro con un pudoroso escote, no llevaba pendientes pero sobre el cuello colgaba un sencillo collar con dos piedras, y leía con atención un libro mientras fumaba un cigarro con el estilo de una actriz de los años 30. Al pasar a su lado, la mujer levantó de manera pausada la mirada, sus ojos eran tristes, lo que unido a la delicadeza de cada uno de sus movimientos le daban un aire frágil y melancólico. Luca pronto quedó fascinado por aquella joven misteriosa y decidió hablar con ella. Con la excusa de pedirle un cigarro, se sentó a su lado y le preguntó el nombre. Se llamaba Andreina y era tímida, muy tímida, pero desde su timidez fue capaz de levantar la vista y mirar fijamente a los ojos de su interlocutor, quien sorprendido por el gesto, quedó inmediatamente desmontado. Ella, entonces, dejó el libro sobre la mesa, la vejez de Simone de Beauvoir, y confesó su profesión, filósofa. Luca conversó con Andreina durante unos minutos antes de volver a su mesa. Luego, ella se levantó y lentamente se fue, dejando la sensación de una atmósfera vacía.
A pesar de que cada día iba a la misma hora y al mismo bar, Luca nunca volvió a verla, para él, aquel recuerdo se convirtió en un fantasma que en ocasiones se manifestaba entre la aburrida realidad, un misterio que trataba de resolver dejando correr la imaginación, lo que, lejos de desgastarlo, lo hacía más fascinante.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Cada día me recuerdas más a José Luis Alvite!!...

Ariadna dijo...

jajajajajajajaja!!!qué risa!!!me ha gustado la historia...la chica melancólica, luca......andreina...jejeje...escribes muy bien eso si!!!!un besoooooooooo!!!

Anónimo dijo...

Buen texto. Si después de terminar la tesis no te va bien en el mundo académico, deberías dedicarte (al menos parte de tu tiempo)a escribir ficción (aunque esté basado en hechos reales).

Por cierto, vamos a ver, ¿qué coño es eso de la Monarquía Hispana?