19 noviembre, 2008

DESMEMORIADOS

Aprovechando que Garzón se ha inhibido en la causa sobre las desapariciones en la Guerra Civil y del franquismo, proclamo otra vez mi convencimiento de que, al margen de los juicios, la memoria histórica no sólo es necesaria sino que debería ser obligatoria. Creo además que en España hay mucho hipócrita que le parece bien juzgar a Pinochet o Milosevic pero que se rasga las vestiduras si se hace con los responsables de la dictadura franquista, alegan mil excusas absurdas para no reconocer que la verdadera causa de su descontento es que Franco era español, lo cual desprende cierto tufo imperialista, "nosotros somos más avanzados y les decimos a los pobres panchitos lo que tienen que hacer". Incluso hay muchos que zanjan el asunto afirmando que hubo crímenes por lo dos lados, eso es cierto, pero ni se produjeron en el mismo número, ni de la misma forma, ni sus víctimas han sido tratadas igual.
Yo no entiendo de leyes pero de lo que si entiendo un poco es de historia, puede que juzgar el franquismo no sea cosa de jueces pero la investigación de los crímenes que cometió y la reparación moral de sus víctimas debe servirnos para conocer nuestro pasado y aprender de nuestros errores. Para todos aquellos que abogan por el olvido apoyándose, como siempre, en el miedo, les dedico estas palabras de Albert Camus, contemporáneo de los hechos:

Fue en España donde los hombres aprendieron que es posible tener razón y aun así sufrir la derrota. Que la fuerza puede vencer al espíritu y que hay momentos en que el coraje no tiene recompensa. Esto es sin duda lo que explica por qué tantos hombres en el mundo consideran el drama español como un drama personal

¡¡¡SALUD Y REPÚBLICA!!!

8 comentarios:

Anónimo dijo...

Dices que "hay muchos que zanjan el asunto afirmando que hubo crímenes por lo dos lados, eso es cierto, pero ni se produjeron en el mismo número, ni de la misma forma, ni sus víctimas han sido tratadas igual". No sólo eso, sino que un bando de la Guerra Civil era legal, refrendado por las urnas, por el pueblo y el otro no, y punto. Los desmanes que cometieron los republicanos -básicamente las quemas de conventos e iglesias, asesinatos de religiosos- fueron cometidos por descontrolados, los locos de la FAI, a los que se intentó una y otra vez reprimir sin éxito -mayo de 1937, la derogación de las milicias, los juicios populares...; mientras que la reprtesión de los franquistas, los "paseíllos" y las "sacas" eran algo deliberado y que formaba parte de la "política de terror" de Queipo de LLano, era legal desde la nueva legislación creada en Burgos en 1938. Algo que luego será consustancial al régimen de Franco. Hay verdades históricas, sí, come estas que digo, las hay y las tenemos que aceptar para tener una mínima legitimidad para opinar y para escribir libros de Historia como los de Pío Moa y otros. Si no somos capaces de aceptar algunas verdades científicas, pocas, pero demostradísimas con documentos, lo mejor es callarse para no hacer el ridículo y pasar por idiota, o por un fanático manipulador de la Historia, ¿por qué tenemos tantos de estos en España?, ¿por qué ningún historiador les deja las cosas claras, diciendo las cosas por su nombre, poniendo los puntos sobre las íes?, ¿no será que los historiadores españoles son cobardes porque no quieren perder su puesto en la universidad, ganado a base de contactillos y nepotismos?

Alberto Baena Zapatero dijo...

Totalmente de acuerdo, salvo en una cosa, eso de que los historiadores españoles son cobardes, yo no conozco un solo historiador en la Universidad que no rubricara públicamente todo lo que has puesto, creo que el problema es otro, a los historiadores no se les escucha, aquí sólo opinan los periodista y los políticos. Nosotros somos un objeto decorativo.

Anónimo dijo...

La diferencia es que cuando Garzón investigó a Pinochet y Milósevic, ambos estaban vivos y por lo tanto, cómo cabezas mandatarias de las atrocidades que cometieron, se les podía juzgar y condenar, pero en el caso de Franco, sin defender para nada lo que hizo, qué sentido tiene si ya está muerto? ya sabemos lo que pasó, y que intente descubrir donde están las tumbas está muy bien, pero juzgar a un muerto, no le veo sentido cuando puede hacer lo conveniente con otras injusticias cometidas por gente que está viva y que por tanto puede cumplir condena.

Aparte, siendo juez y partiendo del sentido de la igualdad, aunque el número y formas no fueron igual por ambos bandos, no sería más justo investigar donde están TODAS las tumbas? la gente que perdió a familiares del bando franquista, también se puede sentir menospreciada y discriminada, y también tienen derecho a velar a sus seres queridos.

Alberto Baena Zapatero dijo...

Le recuerdo que Franco ya investigó las zanjas donde estaban los muertos de su bando, muchos fueron enterrados en el Valle de los Caidos (ese símbolo de la ignominia humana) y a otros se les constuyeron monumentos o se pusieron placas en su honor.

Anónimo dijo...

Sí, Alberto, España es un país donde todo el mundo tiene el morro de opinar sobre todo, ¡y no les contradigas!. Eso en principio no es malo, vivimos en democracia, pero cuándo se iguala la opinión sobre la historia de cualquier cervecero, ¡o de un abogado!, o de un periodista a la de un historiador: ahí vamos mal. Si hacemos o dejamos hacer esto es que no tenemos las cosas claras, que no dominamos algo tan necesario como el sentido común, la lógica, la racionalidad. Queda claro que en España a los historiadores se nos menosprecia -a diferencia de lo que pasa en Europa-, ¿por qué?, ¿por que todos, toditos, todos, vamos pelaos de dinero?. Si alguien me lo puede explicar, si alguien me puede explicar que se menosprecia a un profesional como otro.

Un historiador.

Anónimo dijo...

"Yo no conozco un solo historiador en la Universidad que no rubricara públicamente todo lo que has puesto". Bueno, bueno, no exageremos Alberto... Todos sabemos cómo entraron muchos historiadores españoles en la Universidad, señorones que ahora pasan de los cincuenta y cinco años, los que entraron en la Transición y momentos posteriores: ¡entraron por cuotas de partido!, dicho de forma clara y castellana. Muchos no entraron por mérito profesional, siendo más claros todavía -curiosamente muchos departamentos de Historia prácticamente reproducen la estructura de partidos del Parlamento de entonces, fijáos en eso. Por tanto el "clientelismo político" y el nepotismo, el "a dedo" son prácticas casi naturales en la universidad española por desgracia, algo contra lo que los historiadores jóvenes hemos de luchar, y no sólo los jóvenes, es una obligación moral de cualquier historiador enfrentarse a ello. El clientelismo político provoca que muchos historiadores no se mojen en estos temas, por miedo a una cadena de enfados con sus jerarcas o "padres", que no les hagan titulares o a que les nieguen subvenciones y demás. Desgraciadamente la profesión de historiador en España es tremendamente conservadora, alejada del mundo y de la sociedad, no creo que haya ningún país que esté más lejos de aquello thompsoniano y gramsciano de "la historia como herramienta de conciencia social y de lucha social": ¿cuántos temas de los que realmente preocupan a la gente se investigan en Historia? (léase especulación inmobiliaria y constructiva, paro,ETA,inmigración actual, inmigración años 50-70, la explotación y alienación laboral que vivimos,...), eso lo veo evidentísimo. Un historiador novel.

Anónimo dijo...

Es más: ¿cuántos talleres de historia social se hacen en España?, me refiero a talleres en la calle, talleres en los que el historiador sale del gabinete de la universidad, baja de su supertarima, se quita la corbata y el traje (estoy hablando metafóricamente, claro) y habla con el ciudadano directamente y con humildad, talleres en los que se tocan directamente los problemas que afectan al ciudadano, a cada uno de ellos y se trata de concienciar al hombre corriente del porqué de sus problemas, de la necesidad de que se unan para solucionarlos o que piensen de forma distinta a cómo lo han hecho hasta entonces. Me refiero a ir a barrios de inmigrantes y hablarles de la historia de la inmigración con pelos y señales, ir a barrios obreros degradados y hablarles del movimiento obrero reciente y remoto, ir a zonas donde se maltrata masivamente a la mujer y hablarles de feminismo y de historia de la mujer, y que la gente opine y participe: para algo son talleres. ¿Dónde véis todo esto en España?, ¿dónde?: EN NINGÚN SITIO. ¿DÓNDE ESTÁ -EN ESPAÑA- LA FUNCIÓN DE LA HISTORIA? Un historiador novel.

Anónimo dijo...

No soy Historidor y entiendo que vosotros sabeis mucho más que yo en este tema, pero no estoy de acuerdo con vosotros en que se reabran las heridas del pasado. Entiendo que conociendo la Historia nos ayuda a entender los errores del pasado para que se no se repitan en el futuro, pero el ser humano es el único ser que tropieza dos veces con la misma piedra. Simplemente quiero que me corrijais al respecto si estoy equivocado, pero no es cierto que los crimenes cometidos en la Guerra Civil prescribieron todos en 1969, durante el regímen de Franco?? Traducido al lenguaje judicial, Garzón no tiene legitimidad para juzgar a nadie, ni al propio Carrillo, responsable de Paracuellos. Además, sino me equivoco el delito contra la Humanidad fue establecido en el Tribunal de Nuremberg después de la II Guerra Mundial y de los crímenes del Nazismo.Desde mi punto de vista, está muy bien no olvidar las víctimas de la represión, buscar las zanjas de los muertos del bando Republicano y enterrarlos dignamente, pero no juzgar a los responsables tanto de un bando como de otro. En mi opinión los medios de comunicación no deberían de hacerse eco de las "Garzonadas" de turno que lo único que buscan es fama y notoriedad.