11 noviembre, 2008

EL PODER DE LAS PALABRAS

Yo te miro en los ojos de todas las mujeres,
Te miro pero nunca te he podido encontrar
Y hay en el desencanto el encanto de que eres,
O que serás más bella que una mujer vulgar…

Te sentirán mis sueños eternamente mía
Brotando de la bruma de todas mis tristezas
Como germinadora de raras alegrías
Que avivarán las llamas de tu ignota belleza.
(Pablo Neruda, Cuadernos de Temuco)

Cuando con 17 años leí por primera vez esta poesía quedé absolutamente fascinado, pensé que Neruda había sido capaz de expresar todo aquello que yo sentía, entonces empecé a devorar todos los libros de este poeta chileno y cuanto más leía de él, más me embargaba la envidia y la frustración, él era un genio con el don de materializar en hermosos versos lo que los demás sólo podíamos experimentar torpemente. Fue por este motivo por lo que, cuando años después vi la película El cartero y Pablo Neruda, me sentí plenamente identificado con aquel ignorante hijo de pescador que, ante su incapacidad como poeta, se dedicaba a copiar los poemas de amor compuestos por Neruda. La respuesta que dio el cartero ante los reproches del chileno es simplemente genial:

la poesía no es de quien la escribe, sino del que la necesita”.

1 comentario:

Anónimo dijo...

hasta que no he leído que era de neruda pensaba que era tuya y estaba quedándome flipada
muy buena esta entrada si no fuese por lo que es
a mi tambien me encanta neruda
prueba con ángel gonzález
un beso
mqf