15 marzo, 2009

UNAMUNO FRENTE A LA BARBARIE

La historia está llena de pequeñas y grandes anécdotas, de detalles que caracterizan la personalidad de un personaje y el espíritu de una época mejor que cualquier biografía llena de datos. El 12 de octubre de 1936, con motivo de la celebración del Día de la Raza en el paraninfo de la Universidad de Salamanca, el general José Millán-Astray protagonizó un encontronazo con el rector de la universidad, el filósofo y novelista Miguel de Unamuno, que ha sido tradicionalmente interpretado como una imagen de los valores del régimen franquista. Las palabras de Unamuno son de una elocuencia impresionante y siempre podrán ser citadas en cualquier manual de civismo. A continuación os relato la versión más aceptada de lo que sucedió aquel día y que yo he recogido de la página del grupo tortuga (http://www.grupotortuga.com/):
Millán había llegado al acto de la universidad escoltado por sus legionarios armados con metralletas. Varios oradores soltaron los consabidos tópicos acerca de la "anti-España". Un indignado Unamuno, que había estado tomando apuntes sin intención de hablar, se puso de pie y pronunció un apasionado discurso:
"Se ha hablado aquí de guerra internacional en defensa de la civilización cristiana; yo mismo lo hice otras veces. Pero no, la nuestra es sólo una guerra incivil. (... ) Vencer no es convencer, y hay que convencer, sobre todo, y no puede convencer el odio que no deja lugar para la compasión. Se ha hablado también de catalanes y vascos, llamándolos anti-España; pues bien, con la misma razón pueden ellos decir otro tanto. Y aquí está el señor obispo, catalán, para enseñaros la doctrina cristiana que no queréis conocer, y yo, que soy vasco, llevo toda mi vida enseñándoos la lengua española, que no sabéis...".
En ese punto, Millán empezó a gritar: "¿Puedo hablar? ¿Puedo hablar?". Su escolta presentó armas y alguien del público gritó:¡Viva la muerte!". En lo que, según Ridruejo, fue un exhibicionismo fríamente calculado, Millán habló:
"¡Cataluña y el País Vasco, el País Vasco y Cataluña, son dos cánceres en el cuerpo de la nación! ¡El fascismo, remedio de España, viene a exterminarlos, cortando en la carne viva y sana como un frío bisturí!". Se excitó sobremanera hasta tal punto que no pudo seguir hablando. Resollando, se cuadró mientras se oían gritos de "¡viva España!".
Se produjo un silencio mortal y unas miradas angustiadas se volvieron hacia Unamuno que nuevamente tomó la palabra:
"Acabo de oír el grito necrófilo e insensato de ’¡viva la muerte!’. Esto me suena lo mismo que, ¡muera la vida!’. Y yo, que he pasado toda la vida creando paradojas que provocaron el enojo de quienes no las comprendieron, he de deciros, con autoridad en la materia, que esta ridícula paradoja me parece repelente. Puesto que fue proclamada en homenaje al último orador, entiendo que fue dirigida a él, si bien de una forma excesiva y tortuosa, como testimonio de que él mismo es un símbolo de la,muerte. ¡Y otra cosa! El general Millán Astray es un inválido. No es preciso decirlo en un tono más bajo. Es un inválido de guerra. También lo fue Cervantes. Pero los extremos no sirven como norma. Desgraciadamente, hay hoy en día demasiados inválidos. Y pronto habrá más si Dios no nos ayuda. Me duele pensar que el general Míllán Astray pueda dictar las normas de psicología de las masas. Un inválido que carezca de la grandeza espiritual de Cervantes, que era un hombre, no un superhombre, viril y completo a pesar de sus mutilaciones, un inválido, como dije, que carezca de esa superioridad de espíritu suele sentirse aliviado viendo cómo aumenta el número de mutilados alrededor de él. (... ) El general Millán Astray quisiera crear una España nueva, creación negativa sin duda, según su propia imagen. Y por ello desearía una España mutilada...”
Furioso, Millán gritó: "¡Muera la inteligencia!". En un intento de calmar los ánimos, el poeta José María Pemán exclamó: "¡No! ¡Viva la inteligencia! ¡Mueran los malos intelectuales!". Unamuno no se amilanó y concluyó:
"¡Éste es el templo de la inteligencia! ¡Y yo soy su supremo sacerdote! Vosotros estáis profanando su sagrado recinto. Yo siempre he sido, diga lo que diga el proverbio, un profeta en mi propio país. Venceréis, pero no convenceréis. Venceréis porque tenéis sobrada fuerza bruta; pero no convenceréis, porque convencer significa persuadir. Y para persuadir necesitáis algo que os falta: razón y derecho en la lucha. Me parece inútil pediros que penséis en España".
Millán se controló lo suficiente como para, señalando a la esposa de Franco, ordenarle: "¡Coja el brazo de la señora!", cosa que Unamuno hizo, evitando así que el incidente acabara en tragedia.
A continuación os pongo la foto que recoge el momento en que Unamuno abandona la Universidad. Después de aquel incidente fue destituido como rector de la universidad y confinado en su casa, al poco tiempo murió dejando a su querida España en el peor momento de su historia.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Muy bueno este post y muy buenas las palabras de mi paisano. Lástima que el mutilado y sus compinches no entendieran una mierda.

Anónimo dijo...

MILLÁN ASTRAY ERA UN FIRME REPRESENTANTE DEL TAN BIEN LLAMADO "IRRACIONALISMO HISPÁNICO", CON REPRESENTANTES TAN PATÉTICOS COMO FRANCISCO FRANCO BAHAMONDE, LOS TRADICIONALISTAS Y CARLISTAS...SON GENTE CON LA QUE NO CABE RAZONAR, Y VA MUY EN SERIO, MÁS QUE NADA PORQUE LUCHAN CONTRA EL RACIONALISMO Y LA ILUSTRACIÓN -FRANCO LO PERSIGUIÓ EXPLÍCITAMENTE, LO DICE A MENUDO EN SUS DISCURSOS, ESTO TODAVÍA LO PAGAMOS: ESTA CAMPAÑA ANTIRRACIONALISTA LA CENTRÓ EN LA UNIVERSIDAD-, SUS ARGUMENTOS SON EL PARTIDISMO, LA PASIÓN,Y LA TRADICIÓN SEMPITERNA HISPÁNICA -LA QUE ELLOS CREEN COMO TAL, CLARO-, NO BUSQUÉIS MÁS...AHORA LA CONFERENCIA EPISCOPAL LLEVA UNA CAMPAÑA ANTIABORTISTA DEL MISMO CALADO: IRRACIONALISTA, ELLOS SABRÁN LO QUE HACEN, ¿NO?. COMO MÍNIMO NOS PARTIREMOS LA CAJA CON ELLOS, REIREMOS HASTA EL FIN. ROJERAS.