14 abril, 2009

SEMANA DE PASIÓN EN MÁLAGA

Después de pasar los últimos 10 días en Málaga junto a mis amigos Yonko (alias el Koala) y Marian (alias la churri del Koala), se puede decir que he tenido una Semana Santa de lo más religiosa. Ya que no soy muy creyente, decidí tomarme mi visita como una oportunidad para realizar un estudio antropológico de las costumbres y las creencias de los andaluces. Seguramente mi escepticismo me hizo fijarme en detalles poco espirituales, por ejemplo, me llamó mucho la atención el hecho de que tocaran el himno nacional cuando salían las Vírgenes o los Cristos, lo que me hizo plantearme varias hipótesis: o bien España sigue identificándose con la defensa del cristianismo como en tiempos de Felipe II y lo del Estado aconfesional es un invento; o bien, la Virgen, Jesús y, si me apuran, Dios, son españoles (de ser ésta la opción correcta no entiendo por qué no hemos ganado nunca un mundial de fútbol). Otra cosa que me resultó curiosa fue la actitud de muchos de los fieles devotos que esperaban el paso de los tronos (no me mal interpretéis, no me estoy refiriendo a los malagueños en general), por un lado, estaban manifestando públicamente su fe en un Dios que se caracteriza por entregar su vida a los demás por amor, mientras que, por el otro, eran incapaces de tener un mínimo de solidaridad con sus semejantes y apartarse para dejar pasar a la gente que quería cruzar la calle a través de los muros de personas, lo cual dio como resultado algunas escenas de empujones y golpes auténticamente esperpénticas. Pero con esto no quiero desacreditar la fe de la mayoría, ya que lo que sin duda me llamó más la atención fue contemplar el poder que son capaces de inspirar en las personas las creencias, haciendo que sean capaces de soportar durante horas el esfuerzo y el sufrimiento de llevar a cuestas el peso de los tronos. En realidad, si verdaderamente hacen aquello por un espíritu religioso y no por un exhibicionismo social, me dan mucha envidia, supongo que cuentan con una fuerza de voluntad de la que, por desgracia, carezco. Para un escéptico como yo, las procesiones no son más que una manifestación de idolatría pagana y la verdadera experiencia religiosa es sentarse en un chiringuito de playa a leer la prensa con gafas de sol y un café.






Gracias a Yonko y Marian por todas sus atenciones durante estos días, en especial a la segunda, por hacerme de guía por la ciudad de Málaga y explicarme la historia y el significado de cada trono.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

buenas, la entrada es un coñazo sin ningun tipo de interes, no se como a este tio le han podido dar un premio por como escribe, divaga y divaga y no nos aclara el tema principal que a todos preocupa.... ¿sacará el Koala una nueva cancion del verano??? saludos yonk, dio dio dio....

Anónimo dijo...

Alberto, siento mucho que tengas entre tu público a un tío tan desagradable y maleducado, pero bueno, parece q él tb es fiel seguidor.
Me ha hecho mucha gracia, y se lo leí a Art y tb se rió.
Muchos besos,
Paulitaparaguay

Alberto Baena Zapatero dijo...

Gracias Paulita, a ver si nos conectamos más al skype que hace mucho que no hablamos.
Un beso