29 enero, 2010

EL VIRREY EN LA INDIA, parte 1

Es difícil resumir en unas cuantas líneas mi viaje por la India, hemos visto tantos lugares, vivido tantas experiencias y acumulado tantas anécdotas que no se por dónde empezar o cómo organizar todas las ideas que me vienen a la mente.
Nuestra periplo empezó en Delhi, una ciudad que a mi no me gustó mucho pero que nos sirvió de piedra de toque para lo que sería el resto del viaje: caos circulatorio (si no se ve es difícil que alguien se haga una idea de la locura que es el tráfico en la India, no hay apenas semáforos y los coches conducen por calles de doble dirección en las que no se respetan la separación de carriles, esquivando a los peatones y animales que se cruzan en su camino, sin frenar en ningún momento y tocando el claxon a todas horas para avisar de su presencia a todo aquel que se pueda atravesar en su camino), suciedad por todas partes, contaminación y masificación humana (resulta complicado encontrar una zona habitable que no esté llena de gente, la India es el segundo país más poblado del mundo con más de 1166 millones de personas). De Delhi destacaría su enorme mezquita, una belleza arquitectónica que además nos sirvió para comenzar a entender que la presencia musulmana en la India no es testimonial sino que forman una parte importante de la población del país. En teoría, hindúes, musulmanes y sikhs (los típicos indios con turbante y barba) conviven de manera pacífica, salvo algunos brotes esporádicos de violencia, aunque no se mezclan entre ellos. Los hindúes, por su parte, siguen manteniendo la división de la sociedad en castas y los matrimonios arreglados, sobre todo en las zonas rurales.
La India es un país muy grande, con enormes distancias entre un lugar de interés a otro y con infraestructuras deficientes, por lo que tuvimos que centrarnos en recorrer la zona norte del país. Nuestra primera parada fue la ciudad de Mandawa, otrora importante eslabón de la ruta de la seda ya que se encuentra a las puertas del desierto, como demuestra la presencia de numerosos dromedarios por sus calles. A pesar de la belleza de los palacios decorados con pinturas al fresco que alberga (los famosos havelis) éramos casi los únicos turistas del lugar, los edificios estaban en un penoso estado de conservación (los vigilantes malviven con sus familias dentro de los palacios, con lo que eso conlleva de deterioro) y el guía local que nos tocó resultó un jeta demasiado antipático para la raquítica paciencia de mi amigo Yonko, que se centró más en imaginar formas de golpearle la cabeza que en la belleza del paisaje que nos rodeaba.
Nuestro siguiente destino fue Pushkar, la ciudad de los hippies, un lugar mágico y hermoso a la orilla de un lago que está casi siempre seco y que cuenta con calles estrechas y sinuosas llenas de vacas que caminan a su libre albedrío y de monos del tamaño de un niño de 5 o 6 años. Lo de las vacas sueltas fue otra constante en todos los lugares del viaje (menos en Delhi, la capital del país), nuestro chofer afirmaba que eran las que regulaban el tráfico porque, al ser un animal sagrado y haber tantas sueltas, los conductores no se arriesgaban a correr demasiado y reducían su velocidad cuando tenían que esquivarlas. Lo malo del asunto de las vacas es que pueden hacer lo que les de la gana y suelen dejar las calles llenas de cagadas enormes que, cómo no, yo tuve la costumbre de pisar.
Después de visitar varios templos hindúes y sikhs (en este ultimo dejé una buena donación porque se dedican a dar de comer a todos los viajeros, independientemente de su nacionalidad o credo) y de realizar las obligadas compras (Caste se compró un pantalón bombacho que hace justicia a su fama de personaje vistiendo), este jalón en el camino se completó con la visita a Ajmer, una ciudad pegada a Pushkar que cuenta con una mezquita muy importante a la que acuden numerosos musulmanes en peregrinación. Este fue el único lugar donde nos servimos observados y no del todo bien recibidos, ya que, una vez más, éramos los únicos occidentales por el lugar. No obstante, a nosotros lo único que nos molestaba era el hecho de que en cada templo o tumba al que entrábamos, daba igual de qué religión fuese, teníamos que quitarnos los zapatos y caminar descalzos por el frío suelo del lugar. Las primeras veces lo haces con resignación pero al final de tanta visita acababas hasta los huevos de tanto poner y quitar zapatos y con un resfriado de cojones.

La mezquita de Delhi

Los Haveli de Mandawa

Los tres aventureros en Mandawa

El atardecer en Puskhar

Las estrechas y sinuosas calles de Puskhar con las vacas a su libre albedrío

Para entrar a un templo sikh nos tuvimos que descalzar y tapar la cabeza, yo parezco un pirata

6 comentarios:

yonk dijo...

Resulta fascinante leer el relato que realizas, en especial comprobar con asombro como escribes con precisión los nombres de las ciudades y los "famosos havelis", no estoy seguro si te has valido del Caste (con su prodigiosa memoria para los nombres, nuestro amigo google o de tus fantasticas reglas memotécnicas (chuskar por pushkar y chabeli por havelis).

Alberto Baena Zapatero dijo...

Se te olvida mi favorito: Viagra por Agra jajaja

Anónimo dijo...

No esta mal tu comentario sobre vuestro viaje,te ha faltado poner la experiencia en el cine jaja,la foto ultima descalzos es la ostia jajaja, me alegro de que lo hayas pasado bien, un abrazo.

Fer

Casti dijo...

de vez en cuando da envidia leer como grandes amigos tienen grandes aventuras por el mundo...
Querido Faena, avisame cuando planeeis este tipo de viajes por el mundo, nunca se sabe quienes tengan ganas de apuntarse.

Besos
Fresh

Anónimo dijo...

Señor Maikel, como se nota la ayuda de Google para los nombres, pero el relato es un poco pobre, no hay referencias a la cantidad de veces que nos timaron ni de como aguantaste 15 dias con 7 gayumbos... estoy ansioso por leer la segunda parte...

Un abrazo

Caste

Yonko Majarón!! dijo...

Lo raro es que el Yonko no se pusiera a torear las Vacas, o eso lo has omitido!! Maikel recuerda que pisar una Mierda da buena Suerte, y si es un Mojón de Vaca te vas a jartar de ella!!