15 diciembre, 2010

ANDANDO JUNTO A VASCO, LOS VIAJES DE JUAN SIN TIERRA

Hace tiempo que el gran público de lectores dejó de pensar que los cómics o tebeos eran una cosa sólo apta para niños pequeños, compuestos de historias frívolas y protagonizados por súper héroes, y empezó a valorar sus posibilidades narrativas y artísticas. El cambio de percepción ha sido acompañado por un cambio de nombre, ahora se prefiere utilizar el término “novelas gráficas”, que si a un neófito en el tema como yo le preguntan que diferencia tiene con los tradicionales cómics o tebeos no sabría muy bien que responder. En mi opinión, la diferencia se encuentra en que en algunos casos se trata de obras destinadas a un público más adulto y que cuentan una única historia que se desarrolla desde la primera hasta la última página.
El caso es que yo, gracias al bicho raro de mi hermano, que no hace más que regalarme títulos clásicos del género, he ido descubriendo un nuevo estilo de contar historias que poco a poco me ha ido fascinando. Me parece que el cómic, tebeo o novela gráfica, tiene la virtud de combinar, como sucede con el cine, dos lenguajes, el escrito y el visual, lo cual le abre al autor un montón de posibilidades creativas y al lector la oportunidad de disfrutar de un buen relato de una manera diferente a como lo hace con la literatura clásica.
Los cuatro volúmenes que componen Los viajes de Juan sin Tierra de Javier Isusi (ed. Astiberri) son un ejemplo inmejorable de todas las virtudes que podemos atribuir a la novela gráfica de calidad: una historia apasionante desarrollada a través de un lenguaje visual espectacular, los dibujos son impresionantemente buenos, y un cuidado de la narración escrita que no tiene nada que envidiar a los de cualquier novela convencional.
No se si existen buenas historias universales o si el hecho de que nos guste o no una historia depende de nuestros gustos personales e inquietudes. En cualquier caso, a mí el tema de los viajes interiores y exteriores en busca de uno mismo o el de la posibilidad de perderse del mundo, siempre me han apasionado. Los viajes de Juan sin tierra son las aventuras de Vasco a través de México, Nicaragua, Perú, Brasil y Portugal en busca de un amigo desaparecido, Juan.
El autor no oculta la deuda del protagonista de la historia con uno de los grandes clásicos del género, Corto Maltés, cuya sombra aparece en algún momento como homenaje al personaje y guiño a los aficionados. El atractivo de Vasco esta en que se trata de un viajero, no un turista convencional, que esconde una personalidad misteriosa que vamos descubriendo página a página. El significado completo de la aventura se va desarrollando a lo largo de los cuatro volúmenes y no se resuelve hasta el final, sin embargo, cada libro contiene una historia particular que nos revela un pedazo del mundo por el que pasa su protagonista. Los dibujos nos transmiten en cada momento el paisaje espectacular de las ciudades y la naturaleza americana, y sus diálogos nos hacen reflexionar continuamente sobre la vida. Para terminar, yo me quedo con dos frases de Vasco sacadas del último de los volúmenes, En la tierra de los sin tierra, que creo que resume un poco el mensaje de la historia:
- Bueno, por supuesto nadie vino a buscarme, y cualquiera que se crea que viajando huye de los problemas se equivoca. Puedes despistarlos un tiempo. Poco.
Pero los fantasmas te siguen a todas partes, viajan contigo, y te encuentran mas pronto que tarde; y cuando lo hacen tú estás desarmado, sin la coraza de la rutina diaria.







Entrada dedicada a mi carnal, que si no fuera tan pesado en su proposito de hacerme partícipe de todas sus aficiones, yo nunca hubiera conocido a Vasco y a Juan.

5 comentarios:

Jose (paleto) dijo...

Intenta hacerte con Pyongyang o con Shenzhen de Guy Deslisle

Anónimo dijo...

Miraré "Los viajes de Juan sin Tierra", pinta muy bien, o has hecho que pinte bien. De todos modos yo, como historiador que soy, para tocar cosas de fuera de mi disciplina pero no tan lejanas prefiero el ensayo filosófico; pero también las maravillas literarias de William Faulkner, Juan Benet -¡te los recomiendo!, ambos son grandes creadores de arte y tienen reflexiones sobre la memoria y la creación de la identidad individual francamente increíbles-, Benet tiene una profunda reflexión, que leen muchos historiadores, sobre lo que significó la Guerra Civil Española a nivel vivencial y a nivel moral, también James Joyce, la poesía de Paul Celan, el teatro de Samuel Beckett y de Bertolt Brecht. Para los historiadores, vale mucho la pena darse un buen paseo por las Humanidades, sacaríamos conclusiones importantes...Y sinó que se lo digan a Christopher A. Bayly, con su "El nacimiento del mundo moderno, 1780-1914", ¿lo conoces?, un manual de historia contemporánea universal que rompe totalmente con los manuales al uso, donde el autor es capaz de interrelacionar con un virtuosismo inaudito, con rigor y metodología innovadoras historia de género, historia social, historia cultural, historia económica, historia de la tecnología, etnología, para sacar un producto que puede crear un antes y un después en historias contemporáneas universales. PEDRO, de Madrid.

Alberto Baena Zapatero dijo...

Pues todo lo que me recomendais me parece interesante, pero para relajarme el rato antes de dormirme creo que me quedo con los comics que me dijo José o con el libro de Paul Auster que estoy intentando acabar. Lo siento Pedro, pero creo que si leo también historia en mis ratos de ocio voy acabar volviendome loco jajaja
Feliz navidad!

Anónimo dijo...

Ep, ¡que yo no digo que leas más historia en tus ratos de ocio!, yo no lo hago...Pero lo que te comentaba complementa muy bien, va de p. m. para una más completa, profunda y rigurosa reflexión sobre el pasado. En realidad, creo que los historiadores no podemos hacer una buena investigación histórica sólo leyendo historia, no sé, curiosamente los mejores historiadores que conozco, los que renuevan la disciplina tienen serios conocimientos humanísticos, ¡y es casi matemático!, la época del historiador-archivero, un genio de la mera descripción archivística y nada más, va a desaparecer poco a poco. ¿Y de cine?, hay cine histórico maravilloso para lo mismo. Los mejores son P. P. Pasolini, Robert Bresson, Rossellini, alguna de Werner Herzog, los que aportan más a la reflexión honda sobre el pasado y al cine como arte...Aquí en España hay alguno interesante: Albert Serra, el de "Honor de cavalleria", la película "Caracremada" de Lluís Galter parece que aporta algo también. PEDRO

Anónimo dijo...

Pues yo prefiero los comics de Manuel Vázquez Gallego, sí, el pavo de Anacleto Agente Secreto y Las Hermanas Gilda, se presentó una peli hace poco: "El Gran Vázquez". Bueno, y El Cairo, El Víbora, CreepShow, Comix, y de música me quedo con Barricada o Ilegales...Pero estoy con Pedro, todas estas manifestaciones culturales dispares son perfectísimamente compatibles con la reflexión filosófica o historiográfica más dura o "pretenciosa" y con la poesía, esa variedad integral sólo enriquece, y siempre te hace más adaptable en los curros de la cultura, pero sobre todo te hace más lúcido, sensible, analítico y más bruto intelectualmente. Sí, los principales genios de la investigación en Historia son gente bastante transversal en conocimientos, pero claro, sin pasarse: se trata de indagar las líneas que intercomunican todas las disciplinas y las artes, ver los objetivos últimos de cada una y su estructura de conocimiento, no de saber muchísimo de todas ellas. Lluís, BCN.