10 julio, 2006

URDAZI ESTARÍA ORGULLOSO DE VOSOTROS

La militancia constante y declarada de telemadrid se ha ganado a pulso un comentario en este blog. El debate que al mediodía modera la periodista Curri Valenzuela o el Diario de la noche que dirige Germán Yanke son una buena prueba de la pluralidad de opiniones y la independencia de este canal. Un grupo de tertulianos, a cual más conservador, compiten por realizar el análisis más duro o la interpretación más catastrofista, todo en un clima de crispación propio del momento político en el que vivimos. Por otro lado, desde que la banda terrorista ETA anunció el alto el fuego y se empezó a vislumbrar una negociación con el gobierno socialista, semana tras semana, lunes tras lunes, noche tras noche, el canal autonómico nos machaca con documentales sobre la historia de ETA, ya llevan 10, un ejemplo de resistencia estoica si tenemos en cuenta la baja audiencia que tienen este tipo de programas (ojala cundiera este modelo con documentales del resto de nuestra historia reciente, como el tabú franquista).
Pero Telemadrid es un canal moderno y dinámico que siempre está atento a la actualidad, mis ejemplos favoritos son los seguimientos que, con un derroche de medios técnicos (helicópteros incluidos), lleva a cabo sobre cualquier manifestación que se convoque contra el gobierno, en especial las de victimas del terrorismo (del baile de cifras ni hablemos). Otro buen ejemplo lo hemos tenido esta semana pasada con la visita del Papa a Valencia (una comunidad autonómica a donde no llega la señal de Telemadrid), durante dos noches, jueves y viernes, pudimos disfrutar de una película en dos entregas de la apasionante vida del Papa Juan Pablo II, mientras que el fin de semana se retransmitió minuto a minuto el recorrido y los actos en los que participó Benedicto XVI, quizás con la esperanza de que el nuevo Papa tratara alguno de los temas de la familia que tanto preocupan a la derecha española.
En resumen, me parece muy respetable que la Cope o el Canal 7 se impliquen en la campaña mediática en contra del gobierno de Zapatero pero el tono partidista de Telemadrid no pasaría de una anécdota más dentro de esta militancia periodística tan cancerígena para la democracia (no se me ha olvidado, el grupo Prisa es anti-PP) si no fuera porque este canal lo pagamos todos con nuestros impuestos. Supongo que la imparcialidad o la pluralidad informativa es mucho pedir pero ¿por qué no lo disimulamos por lo menos? Es que no les queda un poco de vergüenza democrática o profesional, supongo que no.
Por cierto, un recordatorio para los medios de comunicación, Izquierda Unida también existe, somos rojos radicales y peligrosos pero también tenemos derecho a un pequeño espacio en las cadenas públicas.

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