14 enero, 2008

PONGAMOS QUE HABLO DE MÁLAGA

Este fin de semana he comprendido un poco mejor a mi buen amigo Yonko, vivir en Málaga está muy bien. Cuando un 12 de enero, mientras en Madrid se mueren de frío cubiertos por la lluvia, te encuentras comiendo pescadito frito en la terraza de un chiringuito al lado del mar y con el rostro acariciado por el sol, no hace falta ser muy listo para darse cuenta de esta realidad. Málaga es una ciudad mediana, tranquila y con sentido común. Y digo esto último porque su alcalde, en vez de caer en la demagogia y la hipocresía de la mayoría de políticos del resto de ciudades de España, ha habilitado una zona al lado del puerto (donde el ruido no molesta a nadie) con baños y policía para que los jóvenes puedan hacer botellón. A estas alturas pienso que ha quedado demostrado que los jóvenes no dejan de beber porque les prohíbas hacerlo en la calle, pero esconder los problemas debajo de la alfombra en vez de afrontarlos da una estupenda rentabilidad política en nuestro país. Por último, os recomiendo visitar en su puerto una réplica del Santísima Trinidad, buque insignia de la armada española en la batalla de Trafalgar, transformado en un bar-restaurante para bolsillos generosos. En fin, que Picasso preferiría Paris para vivir pero no creo que olvidase el clima y el mar que dejaba detrás.

Esta planta tienes más huevos que yo, ha sobrevivido a Almendris y al Yonko. Ni que decir tiene que necesita poca agua

1 comentario:

Anónimo dijo...

deberían de ir pensando en cambiar a la pobre planta a una maceta mas grande....