22 junio, 2009

REFLEXIONES EN CIUDAD DE MÉXICO

La vida está compuesta por pequeños momentos, algunos malos y otros buenos, por desgracia le concedemos más importancia a los primeros y no valoramos suficiente los segundos, puede que sea debido a que a menudo consideramos la felicidad como un fin en vez de hacerlo como un medio para disfrutar de la existencia. Cuando pensamos en la vida, lo hacemos tratando de imaginarla en su conjunto, en toda su amplitud, pero creo que resulta más útil fijarse en un solo momento, uno que en primer término nos parezca insignificante e intrascendente, de esa forma resulta más fácil descubrir el sentido de cada pequeña cosa, la belleza de cada detalle, y comprender así el valor de cada instante.
Sentado placidamente en un café de la ciudad de México, leyendo el periódico mientras espero a que escampe, sin prisas ni agitaciones vitales, parece como si el tiempo se hubiera detenido. Levanto la cabeza de vez en cuando y veo a través del cristal como la lluvia cae con una fuerza portentosa, obligando a la gente a interrumpir su camino para refugiarse donde puede. No deja de sorprenderme el clima de México, calor estival hasta las cuatro o cinco de la tarde y lluvias torrenciales a partir de esa hora, curioso contraste y una bonita metáfora de la cultura y la sociedad mexicana, dominada por los extremos.
Poco a poco voy descubriendo los secretos de esta ciudad, no me gustan las multitudes pero es una ciudad hermosa y acogedora. No conozco aun a nadie en el DF, me paso la mayoría del tiempo solo y sin hablar más que lo imprescindible, pero esta situación, lejos de parecerme una condena, la considero como una oportunidad. Durante algún tiempo he huido de mi mismo, siempre tratando de tener la mente ocupada, de evitar una voz interior que me decía cosas que no me gustaban y que yo trataba de enterrar, pero ahora ha llegado el momento de reconciliarme conmigo mismo. Estoy haciendo lo que me gusta, tengo libertad absoluta y encima me pagan por ello. Todo es cuestión de actitud y nuestro estado de ánimo depende, antes que de las cosas que nos suceden, de la actitud que tenemos ante ellas, por eso yo no estoy dispuesto a recluirme en angustias existenciales o melancólicas. Claro que echo de menos una buena conversación o la complicidad con la gente que me conoce, pero estoy seguro que eso volverá en algún momento, mientras tanto, la vida es un pastel que hay que comerse a bocados, aunque sea a solas.

11 comentarios:

yonk dijo...

joder, menuda turra! ya me has jodido el lunes!

Granda dijo...

Hombre, qué gusto, por fin, ya era hora. Resulta esplendoroso que haya aparcado temporalmente su discurso flagelatorio sobre-la-mala-suerte-que-tengo.
Me alegro, de veras.
Dicho lo cual, su parrafada inicial es de las cosas mas babosas, húmedas y cursis que he leído en años.

Un abrazo madrileño.

Miguel dijo...

Hay albertito, como fue el viaje? espero k bien, tu tranki que ya veras como dentro de poco conoces a alguien, y oye acuerdate de los de aki, k todavia espero esa partida de ajedrez para equilibrar el 2-1

saludos

Anónimo dijo...

que paso Maikel

Veo que todo mas o menos bien
El viernes estuvimos de maraton de cubatas y Big Bang Theory... se han superado, se te saltarian las lagrimas al ver a Sheldom (Baena para los amigos)cuando le regalan una servilleta dedicada en la que se limpio Leonard Nimoy... Absolutamente EPICO incluso mejor que lo de Summer Glock, se te echo de menos en esos momentos...

Espero que conozcas pronto a alguien y con ello subas el indice de natalidad de las colonias

Tu testo un coñazo.....

Un abrazo

Anónimo dijo...

No le hagas ni caso a Granda. Estoy totalmente de acuerdo con lo que dices, y no es ni baboso ni cursi.
De hecho eso mismo que dices es lo que hago, ya sea con lo bueno como con lo malo. Separar problemas y alegrías. Separando problemas conseguirás no ahogarte en ellos, y con las alegrías, disfrutar de cada una de ellas.
A ver si me das la alegría de verte por alguna de estas tierras!

Alberto Baena Zapatero dijo...

Veo que para la mayoría de mis amigos o me pongo a hablar de las tetas de las mexicanas o les parece que me pongo cursi, que mundo este!

Granda dijo...

Por supuesto, porque las tetas de las mexicanas son "un pastel que hay que comerse a bocados, aunque sea a solas".

Yonko Majarón!! dijo...

Ja, ja!! Grande Yonk!!... Aunque hay que leer entrelineas e ir más allá de la riqueza de expresión literaria del Maikel, seguro que era un café??...

Alberto Baena Zapatero dijo...

La verdad es que si se meten con uno con esta gracia da gusto jajaja Creo que merece la pena ponerse cursi sólo por ver como sacais lo mejor de vuestro repertorio, cabrones.

Anónimo dijo...

¿Jajajajajajaja!. Me lo estoy pasando de PUTITA MADRE con vuestro diálogo, de verdad. Ah Alberto, tu texto está bien, ojalá casi todos reflexionáramos como tú, seguro que el mundo iría muchísimo mejor, con 100 millones de pavos como Alberto: ni guerras, ni crisis absurdas, ni nepotismo...

Anónimo dijo...

gracias por reconocer que así como el df es caótico, lugar de extremos y contrastes, con sus cosas buenas y malas... también has dicho que es una ciudad acogedora que te permite sentirte en libertad y ser simplemente tú....