23 octubre, 2009

RESUMEN DE EXPERIENCIAS

Mientras espero en Londres el avión que me lleve de nuevo a México me he propuesto hacer un balance de mis últimas cinco semanas en España y, de esta forma, retomar un blog que últimamente he tenido un poco abandonado. Sin embargo, no me resulta fácil resumir todo lo que me ha pasado durante estos días, han sido muchas cosas, todas muy intensas y algunas demasiado personales para escribirlas aquí (efectivamente, aunque no lo creáis, el virrey es un tipo discreto).
Mi llegada marcó la dinámica de lo que sería el resto de mi estancia en España. Al segundo día en Madrid y después de una noche de fiesta casi salvaje con gringas incluidas, nació mi segundo sobrino por la mañana y acudí como testigo a una boda por la tarde. Tuve lo que se dice una jornada completa. Yo había presentado a los novios que se casaban, así que me tocó decir unas palabras en plan monologo del club de la comedia al final del banquete. Al principio no me apetecía mucho hablar, me parecía una cosa de yankis, pero después de unos vinitos todo fue mucho más fácil, me solté y quizá me pasé un poco metiéndome con el novio. Afortunadamente Carlos resulto más comprensivo de lo que esperaba y se lo tomó todo muy bien.
El fin de semana siguiente fue el que yo he denominado como “finde de los machos alfa”, tres días de hombres solos que pasamos emborrachándonos, apostándonos el dinero al póquer y midiendo nuestra hombría a través de nuestra habilidad con la play y la wii. Se que habrá gente que piense que el pasarse tres días encerrado en una casa es un plan de mierda pero el objetivo era compartir el tiempo con los amigos y no el hacernos fotos. Al final lo pasamos genial y el único punto negativo fue comprobar el progresivo amariconamiento del Yonko ennoviado, el cual le ha conducido a cosas tan extrañas hace unos años como preocuparse por no molestar a los vecinos o por recoger la casa ¡ver para creer!
El tercer fin de semana fue el de mi viaje a Gerona para visitar a los Carmona-Montón. Durante los cuatro días que permanecí en la Cataluña profunda, al margen de sufrir una vez más como las hormonas nublan la mente de mi amigo Carmona, tengo que reconocer que estuve muy a gusto. El sábado fuimos al museo Dalí en Figueras, que fue diseñado por el artista y que me pareció muy original, sobre todo los huevos enormes de la fachada o el desorden del interior. El domingo fue el mejor día, por la mañana me sorprendieron llevándome al poblado ibérico de Ullastret, del que, para hacer honor a la verdad, debo decir que sólo se conservan las bases de los edificios, sin embargo, a mi me hizo mucha ilusión visitar un lugar del que había leído tanto durante la carrera. Además, como siempre digo, creo que, independientemente de que te guste el yacimiento o no, visitar estos sitios es una buena excusa para pasear por el campo y respirar aire puro. Después de esto, el pueblo donde comimos, Peratallada, me decepcionó un poco, pero el vino de la comida animó la cosa y nos divertimos mucho.
La semana siguiente fue la de mi Congreso en Salamanca, no todo iba a ser cachondeo en la vida del virrey, aunque bueno, pensándolo bien, esta semana también tuvo bastante cachondeo. Todo congreso esta formado, en mi opinión, por dos facetas: una académica, donde se presentan y discuten los trabajos de los ponentes y comunicantes, y otra de relaciones personales entre los participantes y organizadores. La verdad es que la cosa estaba tan bien montada (todos comíamos, cenábamos y dormíamos juntos) que al final acabamos haciendo migas. Lo más relevante fue que la última noche, un profesor inglés y yo nos agarramos un pedo con una botella de licor de hierbas que pudo terminar en un conflicto diplomático. La cosa empezó con disputas de historiadores, queríamos brindar por batallas en la que hubiéramos luchado españoles y británicos juntos pero, ante la escasez de estos acontecimientos, llegamos a la conclusión de que nos hemos estado dando de hostias desde que el mundo es mundo, en este conflictivo contexto no tardó en aflorar el orgullo patrio de los presentes. Por supuesto yo no pude por más que reclamar Gibraltar y acabé retando a un duelo de espadas o pistolas a mi archienemigo británico, aunque, como le dije, no me fiaba de darle la espalda a un inglés. Afortunadamente la sangre no corrió aquella alborotada noche salmantina y todos volvimos sanos y salvos a nuestras camas.
La siguiente semana fui en tren a Sevilla a entrevistarme con el director de la rama de historia del CSIC, la entrevista no tuvo unos resultados muy espectaculares pero a mi me mereció la pena el viaje por la visita al Archivo de Indias, la meca de cualquier historiador de América que se precie y donde de verdad sientes como la piel se te pone de gallina cuando el archivero te trae un documento.
Mi periplo por la madre patria se cerró con la visita a mí idolatrada Segóbriga, con su comida de rigor en Chinchón, y mi viaje a Trujillo, tierra de conquistadores donde las haya.
Seguro que se me han olvidado un montón de cosas y de detalles pero no quiero enrollarme más contando mi vida. En las próximas entradas prometo volver a escribir sobre temas más transcendentales para el mundo.








15 septiembre, 2009

GORDINFLAS SEGUNDO DE ESPAÑA

El sábado 12 de septiembre de 2009 por la mañana ha nacido mi segundo sobrino, Álvaro Baena Gómez, y por lo visto es bastante guapo ya que todo el mundo dice que se parece a mi. Yo me encuentro muy feliz y me siento muy identificado con el recién nacido, se trata del segundo hijo varón cuando la mayoría esperaba una niña para completar la parejita. Así que estoy dispuesto a quererle mucho y a apoyarle en sus disputas con el hermano mayor.

05 septiembre, 2009

EL PRIMER GUANTÁNAMO.

Durante mi estancia de este verano en México me he dedicado a estudiar el papel de las mujeres en la guerra de independencia o, como yo prefiero llamarlo, en la “traición criolla” a la Corona. A lo largo de mi investigación descubrí una cosa que me llamó mucho la atención por su actualidad ya que, en mi opinión, tiene algún parecido con el oasis jurídico de Guantánamo. Se trata de las medidas tomadas por Agustín de Iturbide, entonces general realista y posteriormente padre de la independencia de México, el cual estaba convencido de que los vecinos de Pénjamo (Guanajuato) y otros pueblos de alrededor colaboraban con la causa rebelde, por lo que decidió tomar como rehenes a las esposas de los insurgentes con objeto de obligar a éstos a que se acogiesen al indulto promulgado por el virrey e impedir que recibieran ayuda de las poblaciones locales.
Iturbide promulgó un decreto por el que se establecía que las mujeres y familiares de los rebeldes de la intendencia de Guanajuato deberían reunirse con ellos en el plazo de tres días o, de lo contrario, serían detenidas y conducidas a las casas de Recogidas. Esta decisión dio como resultado situaciones tan absurdas como la de doña Mariana Vega, cuñada del Padre don José Antonio Torres, y doña Dolores y doña Francisca, hermanas del mismo, que primero fueron obligadas a unirse a los insurgentes y después juzgadas por encontrarse a su lado. Entre las que fueron detenidas y obligadas a desplazarse hasta Guanajuato, María Briviesca y Francisca Uribe se quejaban de haber sido conducidas y tratadas como si fueran “una piara de cerdos”.
Con esta decisión, Iturbide pretendía dificultar las acciones de los rebeldes, al obligarlos a cargar con civiles, y favorecer la organización de la contrainsurgencia en los pueblos. Siendo esto así, se entiende que las detenciones no fueron sólo encaminadas a conseguir el indulto de los agavillados sino que el plan de los mandos realistas era el desmantelamiento de las bases de apoyo que los habitantes de los pueblos proporcionaban a los insurgentes, en especial las mujeres que se quedaban en sus casas.
Cuando los rebeldes reaccionaron con violencia a esta media, Iturbide respondió amenazando con fusilar a las mujeres en el caso de que se volviera a quemar alguna hacienda o a asesinar a algún arriero partidario de los realistas y colgar sus cabezas en el sitio donde se hubiera cometido el delito. Si bien no se ha registrado ningún caso de mujer ejecutada por este motivo, con estas medidas Iturbide violaba el reglamento para juzgar rebeldes y se atribuía facultades que no le correspondían. Lo grave de esta situación fue que muchas mujeres se vieron recluidas durante años sin ser acusadas de nada y sin que se les formase causa alguna. La excusa para legitimar esta conducta no ajustada a derecho pudo estar en que, aunque hubo motivos militares que podían justificar la detención, dada la ayuda que muchas mujeres proporcionaban a los rebeldes, sólo se hizo referencia a su condición de “mujer” o familiar de insurgente, ya que, de habérselas reconocido alguna colaboración con los amotinados, se las tendría que haber juzgado por ello. El auditor de guerra, Ignacio García Rebollo, estudió el caso y, consciente de las irregularidades cometidas por Iturbide, escribió al virrey Juan Ruiz de Apodaca sobre el caso de tres de las afectadas, María Josefa de Paul, doña Juana Villaseñor y doña Josefa Sixtos, exponiendo todas sus reservas: “porque todo juez tiene obligación de contar con el cuerpo del delito para satisfacer a su Superior de la rectitud de sus procederes y el reo tiene derecho a saber porque crimen se le juzga y castiga”. Finalmente, estas mujeres fueron liberadas conforme al real indulto de 25 de enero de 1817.
Lo curioso es que este Iturbide es el mismo que decidió traicionar a la Corona para orquestar una independencia de México que le reservase el puesto de emperador. Ante su conducta como general realista cabe preguntarse que pensarían de la independencia todas aquellas insurgentes que estuvieron encerradas sin ser acusadas ni juzgadas de nada por orden de aquel que se presentaba ahora como el libertador de la patria.
Les dedico esta entrada a todos mis amigos abogados y en especial a mi hermano.

Paso del ejército trigarante encabezado por Iturbide bajo el arco triunfal construido en la ciudad de México para conmemorar la independencia.

17 agosto, 2009

NUEVA ESPAÑA ENTRE BRETÓN Y CALAMARO.


"No intentes entender a México desde la razón, tendrás más suerte desde lo absurdo. México es el país más surrealista del mundo"

Esta frase que pronunciara el padre de la poesía surrealista, Andre Bretón, después de su experiencia en el caos de la ciudad de México, resume muy bien mis sensaciones de este fin de semana.
Por suerte, yo no soy una persona introvertida que tenga especiales problemas para conocer gente, sin embargo, el sábado, mis habilidades sociales me llevaron por un camino, cuando menos, extraño. Después de hablar durante un rato con el vendedor de películas piratas que se pone en el tianguis de debajo de mi casa, éste me invitó a que le acompañase por la tarde a la fiesta de inauguración de una tienda de motos de unos amigos. Yo pensé “chelas y tacos gratis, me apunto” y sin más le acompañé. Al principio todo me pareció normal y empecé a relacionarme con la gente hasta que, ante mi asombro, llegó en una furgoneta un cura vestido con su hábito. Rápidamente, las mujeres empezaron a apartar la comida y bebida de la mesa y a improvisar un altar de lo más cutre, con sus flores, velas y hasta el cuadro de un corazón de Jesús. A esas alturas yo ya me imaginaba lo que vendría después, el cura empezó con toda solemnidad a darnos una misa mientras el resto de asistentes le escuchábamos respetuosamente aunque, al mismo tiempo, nos estuviéramos bebiendo nuestras respectivas cervezas. La conclusión de la ceremonia fue increíble, el padre bendijo un jarro con agua y empezó a lanzarla por todos los rincones de la tienda, sobre las motos y, finalmente, sobre los propietarios del negocio. Por último, agarró sus mil pesos de limosna y se largó dejando la sensación de que aquel hubiese sido una especie de androide que actuase de manera mecánica. Yo aun no acababa de recuperarme de la impresión cuando, inmediatamente después de que se marchase el cura, llegó otra furgoneta trayendo a una mujer muy atractiva y con poca ropa. Entonces, la música empezó a sonar a todo volumen y aquella pobre mujer, soportando el frío y la incipiente lluvia de la ciudad, se subió en la parte descubierta de la furgoneta y se puso a bailar para los coches que pasaban. Creo que el objetivo del genio de la publicidad que ideo aquel espectáculo se cumplió de sobra, la gente de los carros se detenía a silbar o decirle cosas a la modelo e, incluso, casi se dan un golpe dos taxistas por quedarse mirando la parte delantera de la tienda ¡impresionante!
Por desgracia, no me quedé a ver como terminaba todo aquello y si a continuación vendrían nuevas sorpresas, había quedado con mis amigos mexicanos y con Gina (esto va por llamarme doctor impar) para tomarme unos tequilas mientras charlábamos tranquilamente.
El domingo, por su parte, ha sido genial, he podido cumplir uno de los sueños de cualquier buen aficionado al fútbol: fui a ver un partido del América al mítico estadio Azteca, ese en el que Maradona se hizo grande y que figura con letras de oro en la memoria colectiva de todos los amantes de este deporte. Fue muy emocionante, cuando entramos mi amigo Gerardo y yo a aquel santuario, no podía dejar de escuchar en mi cabeza la letra de la canción de Calamaro:
Cuando era niño,
y conocí el estadio Azteca,
me quedé duro, me aplastó ver al gigante,
de grande me volvió a pasar lo mismo,
pero ya estaba duro mucho antes
...”
Este día ha sido mi bautismo como americanista y mi apostasía de las chivas. Lo lamento pero, como madridista, me siento mucho más identificado con un equipo con dinero al que odian el resto de aficiones. El partido fue muy malo pero uno se siente conmovido en un estadio con tanta historia. Mientras marchaba de vuelta a casa, con una sonrisa de oreja a oreja, seguía escuchando a Calamaro filosofando:
Dicen que hay,
Dicen que hay,
un mundo de tentaciones,
también hay caramelos
con forma de corazones...
Dicen que hay,
Bueno, malo,
Dicen que hay mas o menos,
Dicen que hay algo que tener,
y no muchos tenemos
...”







13 agosto, 2009

TODO BIEN POR LA NUEVA ESPAÑA

Para todos aquellos que han reclamado más noticias sobre mi vida en las Américas, a continuación les pongo un informe sobre los progresos del Virrey en la capital novohispana:
Si las primeras semanas de estar en México me quejaba de que se me hacía muy duro el hecho de estar siempre solo, debo decir que, para mi sorpresa, ya me he acostumbrado y me encuentro muy bien de ánimo. Lo peor de la soledad es, sin lugar a dudas, el aburrimiento, sobre todo se echa de menos una buena conversación y el humor, no me había dado cuenta de que uno se ríe más cuando está acompañado. Por otro lado, la soledad también tiene cosas buenas, tiempo para uno mismo, para leer o, simplemente, para pensar y conocerse mejor, pero también es una oportunidad para crecer como persona, hacerse más fuerte y aprender a valorar las cosas por uno mismo. No se que tan real o sólida sea esta sensación que estoy experimentando de encontrarme más a gusto conmigo mismo y con el mundo pero, de momento, estoy feliz.
Por otra parte, no todo es soledad en la vida del virrey, de repente, entre la masa de gente que te dice que te va a llamar y que nunca lo hace, ha surgido un grupo de amigos novohispanos con los que estoy encantado. Son gente amable, hospitalaria, simpática e inteligente con los que me lo paso genial los fines de semana, aunque andan un poco encasillados, casi todos son arquitectos. Hace un par de semanas, con motivo de devolverles una invitación y de enseñarles el palacio virreinal, les invité a cenar a mi casa. Supongo que los que me conocéis no daréis crédito ¡el virrey cocinando! Pero en realidad no fue para tanto, mezclé productos de la tierra que compré en un tianguis con jamón y queso español, y yo, en un acto de hermandad con Cataluña, guisé butifarra a la cerveza (os pongo algunas fotos). Lo mejor de mis amigos mexicanos es que me llaman doctor, prueba del respeto que me tienen, no como la panda de capullos de mis amigos españoles que no dejan de ponerme a parir en mi blog (esto es carnaza de la que les gusta y se que van a entrar a degüello en los comentarios, sólo espero que se centren en mi)
Por lo demás, me paso la mayoría del tiempo trabajando y viendo pelis. Para las próximas semanas tengo como objetivo conocer Veracruz e ir a la playa, a Acapulco o Morelia, y es que para leerme un par de libros que me han encargado reseñar lo mismo da estar sentado en una incomoda silla de una biblioteca que tumbado en la hamaca de una playa paradisíaca con un “colo loco” en la mano. Lo siento, privilegios de ser historiador.

Posdata: esto de escribir sobre mi mismo en primera y en tercera persona a la vez creo que me va a producir un trastorno de personalidad, espero que me perdonen los puristas por este atentado/licencia literaria.



06 agosto, 2009

INGENUO POR VOCACIÓN

¿Es la ingenuidad un defecto? Para mi la ingenuidad es una utopía, una utopía humana, y como todas las utopías, creo que es positiva. Existe el prejuicio de pensar que la gente ingenua es algo así como tonta, pobrecitos de los que se aprovechan los más despiertos, personas inocentes que no hacen más que llevarse desengaños. Pues bien, yo creo que el ingenuo aprovecha la vida mucho mejor que el desconfiado. Soy de la opinión de que todas las personas son buenas y que, cuando obran mal, es porque se equivocan. Para mi, la clave está en ser capaces de distinguir lo que está bien de lo que está mal, por eso soy partidario de darles segundas oportunidades a los que se equivocan, porque todos nos equivocamos alguna vez. Es cierto que a veces la gente te decepciona y te duele pero creo, como buen budista, que quien se comporta de manera egoísta o cruel con sus semejantes no es feliz, por lo tanto, no tiene sentido castigarles.
Supongo que en la época en la que vivimos, en la que todo tiene un diagnostico clínico, pronto inventarán un síndrome para definir mi fe irreductible en la bondad del ser humano, algo así como el síndrome del masoquista social, o quizá lo achaquen a algún trauma infantil, aunque yo prefiero las teorías freudianas, que por lo menos tienen sexo de por medio, aún siendo frustrado. Pues bien, dicho todo lo anterior y para mi desgracia, aun se distinguir la realidad de los sueños y no soy tan ingenuo para no darme cuenta de que pensar como pienso es una utopía. Dicen que madurar significa darse cuenta de que hay gente buena y gente mala, que la vida te enseña que hay personas que no valen la pena, hombres y mujeres que viven felices actuando de manera desconsiderada con los que les rodean, que disfrutan haciendo sufrir a los demás o que, simplemente, son incapaces de sentir remordimientos por las cosas que hacen mal. Madurar es, entonces, dejar de creer en las utopías y ver el mundo como un lugar inhóspito. Sin embargo, las matemáticas desacreditan esta teoría. A lo largo de mi vida me he encontrado muchísimas buenas personas y muy pocas malas, es cierto que estas últimas se han aprovechado de mi y me han hecho daño, pero no es menos cierto que, de haber puesto un muro defensivo de desconfianza que me protegiese, quizás me hubiera perdido a otras muchas que sí que merecen la pena o no hubiera tenido la clase de relación significativa que tengo con muchos de mis amigos. Y además ¿no es también una utopía ingenua pensar que uno puede protegerse de las malas personas, que nunca le vamos a dar una segunda oportunidad a quién no se la merece o qué nunca vamos a juzgar erróneamente a los que nos rodean? Yo he tropezado muchas veces con la misma piedra, me acabo topando con gente que se comporta como si no tuviera alma y a la que tiendo la mano una y otra vez sin resultado. Aun así, puestos a elegir, prefiero mi utopía, se vive más relajado.


INGENUO

27 julio, 2009

CUANDO EL MUNDO CONSPIRA EN TU CONTRA

Juan no podía entender porque sus amigos le decían que su novia era bajita cuando él medía 1,80 y la veía mucho más alta; le parecía un misterio el hecho de que, cada vez que venía a su casa a comer, su familia le asegurase que su novia tenía el pelo moreno y los ojos marrones, si era evidente para cualquiera que la conociese que en realidad su pelo era rubio y sus ojos azules; le indignó que la mejor amiga de su novia le regalase por su cumpleaños unas entradas para el concierto de la Oreja de Van Gogh cuando precisamente ella, por lo mucho que la conocía, debía saber que su novia odiaba ese grupo y que lo que realmente le gustaba eran los cantautores; incluso llegó a discutir agriamente con un amigo porque, al salir del cine, afirmó que si habían visto aquel bodrio de comedia romántica era porque lo había elegido su novia, aun a sabiendas de que ella jamás entraría a ver ese tipo de películas. ¿Qué diablos estaba pasando a su alrededor? ¿Se había vuelto loco todo el mundo? No entendía nada, no entendía nada hasta el día en que, al subir a un ascensor con su novia, giro la mirada hacia el espejo que tenían a un lado y se preguntó quién era aquella chica morena y bajita que estaba a su lado.



20 julio, 2009

MIRADAS SUCIAS

La noticia de que un número importante de hosteleros de ciudades como Málaga o Barcelona están presionando a sus respectivos ayuntamientos para que promulguen una ley que prohíba a la gente ir por la calle sin camiseta o en bikini me ha indignado. Estoy harto de esta obsesión de prohibirlo o regularlo todo que está acabando con nuestra libertad. Los comerciantes y conservadores no se conforman con imponer sus condiciones dentro de sus negocios sino que además quieren extender sus criterios a la calle e imponer lo que ellos consideran como “el buen gusto” a golpe de decretazo. Me recuerdan a aquel Papa que ordenó que tapasen con hojas los órganos sexuales que dejaban ver las esculturas griegas. Yo para todos estos temas que se refieren a la libertad individual soy bastante radical y nada políticamente correcto. No sólo se trata de que me parezca ridículo el que te obliguen a ir con camiseta por los espacios públicos sino que además nunca he entendido por qué no puedo salir a la calle en pelotas si me apetece y sin que me multen por ello. Los defensores de la moral me dirán que los seres humanos nos hemos dado una serie de normas de convivencia que se basan en el respeto mutuo y que sirven para que vivamos en una sociedad civilizada ¡Que discurso tan bonito y que gilipollez más grande! ¿No entiendo por qué resulta de lo más normal ver unas tetas en la tele o en la playa y cuando se hace por la calle o en un restaurante se convierte en algo ofensivo? Los defensores de la moral me dirán que un niño no puede ver tetas o penes porque podría corromperse y yo respondo que no me explico por qué ver el pecho de una madre lactante o el miembro viril de sus compañeros de gimnasia no les pervierte y el hacerlo en la calle si. No hay nada más natural e inocente que un desnudo, el problema no está en lo que se mira sino en la mirada. Esas supuestas normas de convivencia no se han hecho siguiendo un criterio de sentido común sino que se basan en una moralidad anticuada y puritana que hemos heredado de la más rancia tradición cristiana y occidental. O no os parece ridículo que alguien pueda pasearse por la calle con una camiseta en la que ponga “Gora ETA” o en la que aparezca un lema antiabortista, cosas que ofenden a mucha gente, pero sin embargo no pueda hacerlo desnudo o en calzoncillos. A mi nadie me ha preguntado mi opinión sobre esas supuestas normas de convivencia morales y me veo obligado a aceptarlas, aunque no les encuentre ningún sentido, sólo porque es lo que se lleva haciendo durante siglos. Así que yo propongo mandar a la mierda todas esas normas hipócritas que nos han impuesto y crear unas nuevas que sean más sinceras y se adapten mejor al mundo en el que vivimos. Dicho lo cual, como todos llevamos un puritano dentro más o menos reprimido, tengo que reconocer que a mi no me apetece ir desnudo por la calle. Sin embargo, como defendían los judíos de La vida de Brian, “una cosa es que yo no pueda parir y otra cosa es que yo no tenga el derecho a tener hijos”.

Ciclistas desnudos por las calles de Madrid

El zócalo de la ciudad de México lleno de personas desnudas posando para una fotografía

13 julio, 2009

SORPRESAS GLOBALIZADAS

La globalización que vive el mundo es un proceso imparable que nos acerca pero que también tiene el peligro de volvernos a todos iguales. Cuando uno se va a vivir a un lugar que se encuentra tan lejos de España como México, al margen de la herencia histórica, lo normal es no esperar encontrarse muchas cosas que le recuerden su mundo cotidiano anterior. Sin embargo, tengo varias anécdotas que sirven como ejemplo del proceso de homogenización en el que vivimos inmersos. El viernes pasado, en una fiesta a la que acudí, me encontré con un mexicano que llevaba puesta la misma camiseta que unos días atrás había comprado en el Rastro de Madrid porque me llamó la atención la originalidad de su dibujo, lo increíble es que aquel chico la había conseguido en México. Esta pérdida de romanticismo de los mercadillos no debería de llamarme tanto la atención, habida cuenta de que la primera vez que estuve en Chiapas una amiga canadiense con la que viajaba le compró un abrigo a una indígena pensando que era una prueba de la artesanía local aunque luego descubrimos que tenía bordada una etiqueta en la que ponía que estaba hecho en otro país. Otra muestra del movimiento no sólo de noticias sino también de rumores o leyendas urbanas lo tuve ayer, una chica que conocí en otra fiesta de México DF me contó que a ella le encantaba ver el programa de Sorpresa, sorpresa, lo raro no es que semejante basura se viese fuera de España sino que a continuación me preguntó que si yo llegué a ver el programa en el que Ricky Martín estaba escondido en un armario mientras la fan a la que se quería sorprender llamaba a su perro embadurnada de mermelada ¡Impresionante!
Yo trato de aprovechar la globalización de una manera útil, me comunico por Internet o por teléfono con la gente que quiero, y todos los domingos me compro el País con su suplemento, lo cual me permite mantener una de mis rutinas favoritas y me acerca un poco a mí querida España. Gracias a eso hoy puedo referirme a la parte de opinión de este periódico. Estoy de acuerdo con mi amigo José cuando afirma que uno debe ser crítico con los medios de comunicación, aunque sin llegar a sus límites de escepticismo conspiratorio, por este motivo ya empiezo a estar un poco harto de la obsesión machacona de Mario Vargas Llosa con Hugo Chávez, obsesión que, por otra parte, tan bien le viene a los intereses del Grupo Prisa en América. Para este escritor tan merecidamente reconocido, cualquier fenómeno mundial tiene que ver con Chávez, al que califica de “gran desestabilizador de la democracia latinoamericana, ex golpista y megalómano caudillo”. Así, aunque condena la intervención militar en Honduras, no lo hace pensando en el interés de sus ciudadanos sino porque, en su opinión, legitima ante la opinión mundial los planes antidemocráticos “reeleccionistas y de entrega de Honduras al poder chavista de Manuel Zelaya”. Es lógico que un criollo de buena familia como Vargas Llosa odie el populismo, mucho más cuando en Perú sufrieron a Fujimori, pero no entiendo por qué tiene miedo a escuchar al pueblo. Zelaya propone celebrar un referéndum, si de verdad la reelección es tan impopular en Honduras como Vargas Llosa defiende, porque no dejar que pierda en las urnas como ya lo hizo Chávez en Venezuela. Además, en el caso de que se saliera con la suya, en diciembre están convocadas elecciones en Honduras ¿Por qué no permitir que los hondureños expresen de manera democrática si quieren a Zelaya de presidente o no? ¿O es que sólo son países democráticos aquellos en los que ganan las elecciones los políticos que nos gustan?
Una última cosa, me parece vergonzoso que Zapatero haya recibido en España a un dictador de verdad como Teodoro Obiang y que se esté planteando legitimarlo invitándole a la próxima cumbre iberoamericana. Por favor, no quiero volver a escuchar que el PSOE es de izquierdas.

Por desgracia la globalización va de la mano del capitalismo

03 julio, 2009

EL FIN DE UN CICLO

Este fin de semana en Guanatos tuvo un sabor agridulce. Se trataba de una doble despedida, por un lado, de mi buen amigo Tino que se iba a EEUU a trabajar de ilegal, y por el otro, de su casa, esa en la que tantas cosas he vivido y en la que ya no me quedaré más ya que va a alquilarla a una familia. Así que, aunque hay que reconocer que montamos una buena fiesta de despedida (tres días enteros pedos de tequila), el último día no pude evitar ponerme un poco triste. Y ahora comienzo la parte ñoña para que luego me destrocéis con vuestros comentarios sarcásticos: Siempre he pensado que la amistad bien entendida es el más puro y meritorio de los sentimientos. A riesgo de parecer reduccionista, pienso que, en general, el amor a los parientes está mezclado con la sangre mientras que el que sientes por tu pareja se relaciona primero con la pasión y luego con la costumbre o la necesidad, sin embargo, la amistad es muy simple, sólo tiene que ver con el amor desinteresado, con el placer de compartir cosas, sin obligaciones ni exigencias. Por eso no me da vergüenza reconocer que el lunes por la noche, cuando veía a Tino hacer su maleta y ante la incertidumbre de su futuro, no pude evitar derramar alguna lagrimilla pensando que no sabía cuando volvería a ver a ese pendejo. Tino es una buena persona y espero que le vaya bien pero, por desgracia, nunca se sabe.



Tino es el de la derecha

26 junio, 2009

GRANDES CALAMIDADES

Menuda semana de noticiones: primero pierde España contra EE. UU. en la Copa Confederaciones ¡menuda vergüenza! ¡Si en ese país sólo juegan al soccer bien las mujeres! Y por si eso fuera poco, hoy se ha muerto Michael Jackson ¡Que gran desgracia! Como diría Nerón: ¡Que gran artista muere con él! A mi ahora las únicas dudas que me quedan son saber si se aparecerá por las noches a los niños arrebatándole el sitio al monstruo del armario y, de hacerlo, de qué color será su espíritu. Así que, ante semejantes acontecimientos, el hecho de que el Virrey haya pasado del sofá cama de casa de su madre a alquilar un apartamento en la ciudad de México resulta poco relevante. Aun así, para mi es de la mayor importancia, la casa está muy bien, tiene de todo y me sobra una habitación por si alguien se anima a visitarme. Además, como todo hombre maduro y responsable de mi generación, tengo una asistenta que viene a limpiar y a planchar todas las semanas. Si viviéramos en el siglo XVI me saldría gratis pero bueno, no me quejo. Por lo demás, todo bien por la Nueva España, el próximo día 5 de julio hay elecciones a diputados y yo las estoy siguiendo con curiosidad. Lo que más me ha llamado la atención es que el principal eslogan del Partido Verde no hace referencia al desarrollo sostenible sino que es: “pena de muerte para asesinos y secuestradores”, lo que unido a la perdida de propuestas del partido de López Obrador, nos lleva a la conclusión de que en México no hay una izquierda seria y moderna (espero que mis lectores de derechas no aprovechen esto último para descalificar a la izquierda en general). En fin, que entre huracanes y virus invisibles la vida sigue de manera muy normal en México, y yo mientras me voy a Guadalajara de fiesta.

22 junio, 2009

REFLEXIONES EN CIUDAD DE MÉXICO

La vida está compuesta por pequeños momentos, algunos malos y otros buenos, por desgracia le concedemos más importancia a los primeros y no valoramos suficiente los segundos, puede que sea debido a que a menudo consideramos la felicidad como un fin en vez de hacerlo como un medio para disfrutar de la existencia. Cuando pensamos en la vida, lo hacemos tratando de imaginarla en su conjunto, en toda su amplitud, pero creo que resulta más útil fijarse en un solo momento, uno que en primer término nos parezca insignificante e intrascendente, de esa forma resulta más fácil descubrir el sentido de cada pequeña cosa, la belleza de cada detalle, y comprender así el valor de cada instante.
Sentado placidamente en un café de la ciudad de México, leyendo el periódico mientras espero a que escampe, sin prisas ni agitaciones vitales, parece como si el tiempo se hubiera detenido. Levanto la cabeza de vez en cuando y veo a través del cristal como la lluvia cae con una fuerza portentosa, obligando a la gente a interrumpir su camino para refugiarse donde puede. No deja de sorprenderme el clima de México, calor estival hasta las cuatro o cinco de la tarde y lluvias torrenciales a partir de esa hora, curioso contraste y una bonita metáfora de la cultura y la sociedad mexicana, dominada por los extremos.
Poco a poco voy descubriendo los secretos de esta ciudad, no me gustan las multitudes pero es una ciudad hermosa y acogedora. No conozco aun a nadie en el DF, me paso la mayoría del tiempo solo y sin hablar más que lo imprescindible, pero esta situación, lejos de parecerme una condena, la considero como una oportunidad. Durante algún tiempo he huido de mi mismo, siempre tratando de tener la mente ocupada, de evitar una voz interior que me decía cosas que no me gustaban y que yo trataba de enterrar, pero ahora ha llegado el momento de reconciliarme conmigo mismo. Estoy haciendo lo que me gusta, tengo libertad absoluta y encima me pagan por ello. Todo es cuestión de actitud y nuestro estado de ánimo depende, antes que de las cosas que nos suceden, de la actitud que tenemos ante ellas, por eso yo no estoy dispuesto a recluirme en angustias existenciales o melancólicas. Claro que echo de menos una buena conversación o la complicidad con la gente que me conoce, pero estoy seguro que eso volverá en algún momento, mientras tanto, la vida es un pastel que hay que comerse a bocados, aunque sea a solas.

10 junio, 2009

LISBOA

Hace una semana estuve haciendo una entrevista de trabajo en Lisboa y parece que en el futuro voy a tener la suerte de visitar asiduamente Portugal. La gente que me conoce sabe que Lisboa es mi ciudad favorita, me encantan sus calles, sus edificios, sus cafeterías, su gente, el tajo… Me gusta tanto que durante mi última visita me salió la vena artística y me puse a hacer fotos. Aquí os pongo alguna:

Si, lo se, soy un fotografo de la leche

El alma de Lisboa, sus calles, sus tranvías, el castillo de San Jorge...

El dia que comí croquetas de bacalao a las orillas del tajo

Mi anfitriona, Marga. Me alojó en una buhardilla del siglo XVIII con una ventana en el techo por la que se podían ver las estrellas por la noche pero que por la mañana dejaba pasar un chorro de luz que no había quien durmiese.

Mi sueño es vivir en una ciudad con mar. Tengo la sensación de que este tipo de ciudades tienen un ritmo más tranquilo, incluso más alegre. Los espacios abiertos relajan y la gente es más amable.

05 junio, 2009

MI MINUTO DE GLORIA

Ayer tuve mi minuto de gloria, recogí el Premio María Isidra de Guzmán, me entrevistaron para la radio, firme un montón de libros y pronuncié un discurso. De momento no tengo ni el video que me hizo mi prima ni las fotos de Almu (que como es tan tocapelotas me las hizo todas con el cuadro del rey detrás), mientras tanto os trascribo el discurso que pronuncié para que los que no estuvisteis os hagáis una idea de la emoción que se vivió:

Cuando me dijeron que tendría que prepararme unas palabras sobre mi investigación para pronunciar el día que recogiese el Premio, me quedé un tiempo pensando en que sería lo mejor que podría decirles hoy. En un primer momento pensé simplemente en pronunciar un pequeño resumen de mi investigación y terminar dedicando el premio a todas las personas que me han ayudado, pero pronto me di cuenta que aquello podría resultarles un poco frío y monótono y que sería más interesante que les explicase cual fue el espíritu de mi investigación, por qué elegí cómo tema el papel de las mujeres españolas en América y qué era lo que pretendía conseguir.
El trabajo que hoy se premia fue muy tesis doctoral y, como afirmo en los agradecimientos de la misma, la elaboración de este libro ha sido la conclusión de un proceso largo que no se reduce a los años de investigación y que se relaciona con el resto de aspectos de mi vida. Por eso, me van a permitir que les hable muy brevemente de mi, porque creo que de esta forma van a entender mejor de qué trata mi trabajo.
Hasta donde puedo recordar, la Historia siempre ha sido mi gran pasión. Tengo una visión muy romántica de la Historia. Para mí, el pasado era un lugar donde dejar correr la imaginación y abstraerte del presente. Un mundo paralelo en el que aun era posible vivir grandes aventuras, hazañas, episodios de valor, de cobardía, de amor, de traición. Y dentro del conjunto de la Historia, la época que siempre me gustó más fue la de la conquista de América ¿Qué mejor momento que este para imaginarse hazañas épicas? Fue por este motivo por el que decidí marcharme a México para comenzar mi tesis doctoral sobre la historia de América.
Por otro lado, mi pasión por la historia siempre estuvo relacionada con mi preocupación por combatir el olvido y el paso del tiempo. Me obsesionaba recuperar la memoria de todos aquellos millones de personas anónimas que pasaron por el mundo antes que nosotros, que se preocuparon por las mismas cosas y que vivieron con las mismas pasiones con las que vivimos nosotros hoy. Fue por este motivo por lo que me pareció una buena idea elegir a las mujeres como objeto de estudio. Nadie como las mujeres ha sido más ignorada por la historia. Su voz ha permanecido oculta durante años por un telón de indiferencia y menosprecio producto, en primer lugar, de la marginación en la que vivieron en su época y, en segundo, por los prejuicios de los historiadores.
Después de estudiar durante un tiempo la historia de América en general me empecé a preocupar por qué habría sido de todas aquellas españolas que cruzaron el mar en busca de fortuna, de aquellas mujeres que participaron en la conquista, que tuvieron un importante papel en la evangelización de los indígenas, o que, en cada hogar de las nuevas tierras descubiertas, formaban una parte imprescindible de sus familias. Los historiadores que se habían ocupado de las mujeres se centraban en la importante labor que desempeñaron en el ámbito privado pero ¿qué pasaba con el resto de aspectos que afectaban a sus familias? ¿Fueron las mujeres unas meras comparsas, unas espectadoras pasivas de lo que sucedía a su alrededor, o también ellas tuvieron un papel importante en la vida pública de sus ciudades? Esta fue precisamente la pregunta que traté de contestar con mi investigación.
Una vez que empecé mi trabajo en los archivos aprendí que era muy difícil rastrear el paso de las mujeres por la historia, se han conservado pocos documentos escritos directamente por ellas y los cronistas de la época no consideraban importante recoger sus opiniones. Aun así, descubrí que hubo mujeres conquistadoras y encomenderas, mecenas y profesoras, mujeres cortesanas metidas en intrigas políticas, monjas de regla estricta o relajada, nobles de vidas cómodas y también mujeres trabajadoras. En resumen, un conjunto de mujeres muy heterogéneo pero que, sin embargo, compartieron siempre una cosa, ninguna fue ajena a los intereses de sus familias o de su grupo social y tomaron partido en su defensa cuando las circunstancias lo requirieron. Siendo esto así, quedaba plenamente justificada mi intención de incluir a las mujeres en el análisis de cómo los españoles de América dejaron de sentirse españoles para sentirse sólo americanos.
Cuando comparé el modelo teórico que proponían los moralistas para la mujer con la realidad cotidiana de sus vidas, descubrí que existía una gran diferencia. Las fuentes dibujaban un escenario muy alejado de la imagen de mujer recluida y sumisa que en ocasiones se ha tratado de defender por cierta historiografía. Muy al contrario, las mujeres que yo estudiaba aparecían ocupando un lugar imprescindible y constante en la vida pública del reino, jugando un papel secundario pero imprescindible. Una sociedad jerárquica como la del antiguo régimen necesitaba que los grupos privilegiados demostraran públicamente su estatus y, en este contexto, las mujeres de origen español desempeñaron a la perfección su papel dentro del teatro del mundo, apareciendo en fiestas, paseos o ceremonias religiosas con todo el lujo que les fue posible.
Las españolas, además, fueron las responsables de conservar y difundir al otro lado de Atlántico la cultura hispánica y católica de la época, actuando como un puente de unión entre los dos mundos.
Por lo tanto, con mi investigación creo que ha quedado demostrado que la aportación de las mujeres a la sociedad colonial no se redujo al cuidado del hogar, la educación de los hijos, o la labor religiosa, sino que tuvieron un papel fundamental en todos aquellos fenómenos políticos, económicos o culturales que fueron configurándola. Sin embargo, es importante recordar que no lo hicieron en igualdad de condiciones con los hombres sino que su aportación estuvo marcada por la subordinación al varón y el estrecho margen de maniobra que les otorgaba el patriarcado.
Ahora, si me lo permiten, querría aprovechar el hecho de que hoy me encuentro recogiendo un premio de investigación en estudios de género para dedicar este premio a dos personas que, aparte de ser fundamentales en mi vida, llevan años trabajando por las mujeres, una desde el ámbito académico y la otra desde el movimiento asociativo.
En primer lugar, me quiero referir a Pilar Pérez Cantó, historiadora y feminista, que fue una de las pioneras que luchó, en un tiempo difícil como fueron los años 70, por abrir un espacio en las universidades españolas para los estudios de género y que, con esa energía desbordante que imprime a todo lo que hace, ha trabajado siempre por reivindicar la importancia de las mujeres en la historia y su divulgación entre la sociedad. Yo le debo muchas cosas, ella es la que me ha enseñado casi todo lo que sé de historia y es el ejemplo en el que me miro como profesional. Bajo su dirección escribí este libro y una parte de este premio es suyo. Gracias Pilar.
La segunda persona a la que me quiero referir es, sin duda, la que más admiro y a la que tengo que agradecer más cosas. Mi madre, Mercedes Zapatero, como muchas otras personas que nacieron en España en los años cuarenta, no tuvo la suerte de recibir una educación secundaria. A ella le hubiera gustado ser maestra pero tuvo que conformarse con ser ama de casa y dedicarse a criar a sus hijos, que, en mi caso, le he dado bastante trabajo. Sin embargo, mi madre conservó sus inquietudes y, cuando tuvo oportunidad, las dejó salir: se puso a estudiar con 50 años y desde hace 13 dirige una asociación de mujeres separadas y divorciadas, donde trabaja de manera solidaria y desinteresada por ayudar a sus semejantes en los problemas diarios. Mi madre es una persona especial, generosa y trabajadora. Sin su apoyo, sin sus ánimos, sin su cariño, yo no estaría aquí. Gracias mama.
Ya para terminar, no se cuando voy a volver a ganar un premio así que tengo que aprovechar, quiero agradecer a mi hermano que haya estado siempre a mi lado, al principio casi como un padre y ahora como el mejor de los amigos. Y a mi familia y amigos por venir a acompañarme en este día tan importante.
Gracias, por último, al Ayuntamiento de Alcalá de Henares y a los miembros del tribunal por confiar en mí.
Muchas gracias.

30 mayo, 2009

¿EUROPA?

Cada vez que se convocan unas elecciones europeas la gente siempre se pregunta lo mismo ¿Qué cojones es lo que se está votando? Europa se ha construido de espaldas a sus ciudadanos, la mayoría no conoce como funciona la Unión Europea y tampoco se les ha tenido en cuenta en su construcción. Curiosamente, cuando se les ha preguntado sobre el futuro de Europa, como en el caso del referéndum sobre la constitución europea, en la mayoría de países los ciudadanos se han manifestado en contra de las decisiones de sus políticos (y eso a pesar de la instrumentalización gubernamental de los medios de comunicación), aunque, por supuesto, no se ha respetado su opinión. El problema es que tal y cómo están montadas las instituciones sufrimos un grave déficit democrático. El parlamento europeo, único organismo de la Unión que elegimos los ciudadanos directamente, tiene un papel testimonial, mientras que los cargos del Consejo y la Comisión, verdaderos órganos directivos, son otorgados de manera indirecta en función de los repartos nacionales. Vivimos en una Europa hecha por y para políticos, cuya única preocupación es la economía. Siendo esto así no debe sorprendernos la alta abstención, la gente quiere más Europa pero no la que le ofrecen precocinada y envuelta en papel de regalo.

"Sólo hay una cosa de la que te olvidas antes que de los exconcursantes de Gran Hermano, de los candidatos de las elecciones europeas".
(Andreu Buenafuente)